Gente Maja

lunes, 31 de octubre de 2011

El cine que leo

Últimamente estoy descuidando mucho la buena costumbre de comentar los libros sobre cine o biografías que voy leyendo. Tampoco es cuestión de desmenuzar cada libro como a veces he hecho. 
Cómo hace tiempo que no comento ningún libro hoy comentaré tres libros de tres ilustres personas.



Las iré comentando de la que menos me ha gustado a la que más me ha gustado. Empezamos con Amarga Victoria una biografía de Ed Sikov sobre Bette Davis.


El titulo del libro, como todos sabéis, es el mismo que el de una de las más aclamadas películas protagonizadas por Bette Davis. El libro lleva el mismo nombre porque, según el escritor, Bette Davis triunfó en el cine, a pesar de y a costa de su vida personal. 

Amarga Victoria es una biografía correcta, amena y estructurada. Utiliza un tono muy informal y el escritor se permite bromear con el lector. Sin embargo, da la sensación de estar bien documentada.

Ed Sikov lo avisa al principio del libro: al terminarlo, puede que la persona que fue Bette Davis empiece a caernos mal. El se quiere quedar al margen de dar su opinión acerca de la personalidad de Bette Davis, pero parece que no puede evitar hacer comentarios subjetivos. Eso si, su legado como actriz es intocable pero... a pesar de ella misma.

No sé si existe otra editorial que haya editado ésta biografía. La que yo he leído (que es la de la foto) de la editorial T & B Editores es desastrosa. Para que me entendáis podemos decir que éste libro es el sueño de todo disléxico (si se me permite la "broma") Palabras dónde las letdras aparecne mal escirtsa. El colmo es cuándo repetidas veces te encuentras el apellido de la actriz escrito como "David". 




Seguimos con Conversaciones con Billy Wilder de Cameron Crowe.


Se trata de conversaciones literales con Billy Wilder. Nos quedará la duda de si, con tal materia prima, a cualquiera le hubiese quedado un libro interesante. 

Billy Wilder tenía la friolera de 91 años cuando se rindió a entrevistarse con Cameron Crowe. Y seguía teniendo la lucidez y agilidad suficiente para llenar esas conversaciones de comentarios ingeniosos y, por ende, el libro de calidad. Éste libro no es una biografía en sí, son conversaciones, entrevistas que nos permiten conocer un poco más a Billy Wilder. Nos podremos quedar con las ganas de hacer muchas preguntas, pero en general, se tiene una sensación de satisfacción al terminar el libro. Completo, interesante y sobre todo, con mucho sentido del humor y mucha humildad. Por qué si de algo da lecciones Billy Wilder en éstas entrevistas, aparte de cine, es de humildad.



Y aquí va el que más me ha gustado de ésta trilogía improvisada que he preparado: "Charles Chaplin el genio del cine" de Manuel Villegas López.


Tengo que decir que éste libro, ésta joya de libro, era desconocido para mí antes de que me lo regalaran (gracias infinitas, chica inquieta). Estamos ante una joya. Manuel Villegas López, no sólo lo escribió, sino que fue revisándolo y reeditándolo conforme iba descubriendo aspectos del cine de Chaplin. No sólo es exhaustivo y exquisito en la escritura, sino que acomoda al lector en el marco social de cada etapa cinéfila de Chaplin para que todo se comprenda mejor y vaya atado y bien atado. Sensible, exhaustivo, documentado, exquisito en la escritura, estructurado. Nos damos cuenta en seguida que tenemos entre las manos al niño mimado del escritor. Una belleza, sin más.



 Saludos.


domingo, 23 de octubre de 2011

Lawrence de Arabia (Lawrence of Arabia, 1962)




Drama épico basado en la historia de Thomas Edward Lawrence, está considerada como una de las películas más grandes e influyentes de la historia del cine.

El film narra las experiencias de T.E. Lawrence durante la I Primera Guerra Mundial, en particular los ataques a las ciudades de Aqaba y Damasco y su participación en el Consejo Nacional Árabe. Además también se tratan las luchas emocionales de sus protagonista, como la violencia inherente a la guerra, la identidad histórica y personal, así como las dudas de la lealtad a su patria y su ejército, como hijo de la Gran Bretaña por un lado, y su amor por Arabia y sus compañeros de las tribus del desierto árabe por otro.





Antes de entrar a comentar los detalles del rodaje, los actores, etc... ¿quién era realmente Thomas Edward Lawrence? Nacido en Gales el 15 de agosto de 1888, fue un militar, arqueólogo y escritor, hijo ilegítimo de un pequeño terrateniente irlandés.
Graduado en 1910 en Historia por la Universidad de Oxford, tras ello se marchó a Siria y entró a formar parte del servicio secreto británico en 1914. Al estallar la I Guerra Mundial, es enviado a El Cairo para trabajar en los servicios de Inteligencia Británicos. Tras fracasar en unas campañas iniciales, es enviado a La Meca para entrevistarse con Husayn ibn Ali, jerife de la misma y que ha iniciado una revuelta, o guerra de guerrillas, contra el Imperio Otomano (actual Turquía), que dominaba la península arábiga.

Él fue enviado allí como conocedor de la zona y del idioma, pero pronto se hizo líder de las tribus árabes dispersas en el desierto gracias a su asesoría se implantaron estrategias adecuadas al terreno y al número de combatientes disponibles. Al terminar todas las guerras, pidió a la Corona Británica y a Francia la creación de un estado árabe, y no la división de la península arábiga en dos mitades (una parte para cada país) pero fracasó en el intento, y decidió volver a Inglaterra.

Fue condecorado con las siguientes distinciones:
- Compañero de la Orden del Baño;
- Orden del Servicio Distinguido;
- Caballero de la Legión de Honor;
- Cruz de Guerra.

Murió el 19 de mayo de 1935 al salir despedido de su motocicleta por esquivar a dos muchachos que iban en bicicleta. El trágico incidente tuvo lugar 6 días antes, estando todo eso tiempo en coma.




Arriba Thomas Edward Lawrence y abajo Peter O'Toole caracterizado. A excepción de la nariz, el parecido es más que razonable.





La exactitud histórica de la película, así como la representación del propio Lawrence han sido muy cuestionadas, sobre todo las escenas del Consejo Árabe y la toma de Aqaba. También se achaca que los personajes, si bien la mayoría están basados en la realidad, tienen un punto de ficción bastante acusado; por otra parte también es justo decir, que como en casi todas las películas basadas en sucesos o personajes históricos, la realidad se "maquilla" a gusto del productor y el director, es muy difícil reflejar todo de una manera completamente fiel.




Peter O'Toole y Anthony Quinn.


Los personajes principales son:

- T. E. Lawrence (interpretado por Peter O'Toole): Albert Finney fue la primera opción, pero rechazó el papel, al igual que Marlon Brando. Montgomery Clift y Anthony Perkins también fueron barajados para el papel protagonista. El elegido fue finalmente O'Toole, a pesar de las reticencias iniciales del productor Sam Spiegel, pero al director David Lean le pareció que se parecía bastante al Lawrence original:
- Alec Guinness es el Príncipe Faisal, que inicialmente iba a ser interpretado por Laurence Olivier. Guinness también fue barajado para el papel protagónico, pero debido a su edad fue pronto desechado;
- Anthony Quinn interpreta a Auda Abú Tayi.
- Jack Hawkins es el general Allenby, aunque para este papel se quiso, otra vez, a Laurence Olivier, o en su defecto, a Cary Grant.
- Omar Sharif, como Sherif Alí ibn el Kharish;
- José Ferrer es el bey turco. Debido a la escasa aparición del actor en pantalla, le pagaron con 25.000 dólares y un Porsche (para apenas 5 minutos, está muy pero que muy bien).
- Claude Reins, como Mr. Dryden. Esta fue su antepenúltima aparición en la gran pantalla.





Como ya he dicho antes, se ha criticado mucho la representación de los personajes. De Lawrence se critica sobre todo la altura (Peter O'Toole medía 23 centímetros más que T.E.L.), así como su actitud egoísta; se hace caso omiso de su pasado como espía así como sus trabajos arqueológicos en Siria.
Finalmente, en la película se hace referencia a los acuerdos galo-británicos ya al final de la película, una vez a acabada la guerra, cuando en realidad se tenía conocimiento de ello mucho antes.
Los más críticos fueron un hermano de T.E. Lawrence y su albacea literario (Lawrence de Arabia había escrito un libro llamado Los siete pilares de la sabiduría, que fueron vendidos a sam Spiegel por 25.000 libras, y en donde él mismo narra su vida y que fue utilizado para adaptar el guión) "No reconozco a mi hermano", dijo.

Con el resto de los personajes pasa un poco lo mismo, sobre todo el general Allenby, ya que su familia, públicamente manifestó su desacuerdo sobre cómo se había tratado la figura del mismo; el personaje que interpreta Quinn, según los registros históricos no es tan interesado como se hace ver en la película. Los descendientes de ambos denunciaron a Columbia Pictures; y las relaciones entre Lawrence y el Príncipe Faisal fue mucho más estrecha de lo que aparece en el film.






En años atrás, concretamente 20, Alexander Korda ya había intentado llevar a cabo la adaptación cinematográfica de Los siete pilares de la sabiduría, pero debido a problemas financieros, lo dejó. Años después, se volvió a intentar pero hubo problemas a la hora de adaptar el guión, concretamente por la presunta homosexualidad y supuestas prácticas sadomasoquistas del protagonista, así como la escena de la violación (que el mismo Lawrence relata en el libro que escribió, la violación digo, no lo anterior que menciono) y que es importantísima para entender su comportamiento.

Así llegamos a la década de los 60. Sam Spiegel y Davis Lean habían trabajado anteriormente y con mucho éxito en El puente sobre el río Kwai, y estaban ansiosos de trabajar juntos de nuevo. Ellos mismos confesaron años más tarde que para la realización de esta película tomaron ideas de la dirección, el montaje y otros aspectos de las películas Ciudadano Kane y Centauros del desierto.

La película solo tiene una escena rodada en estudio exactamente la de un plano directo al Sol: se intentó rodar en exteriores, pero al dirigir la cámara directamente al cielo, éste quemaba la película, por lo que finalmente se dibujó en un acetato y se iluminó por detrás. El resto de la película se rodó en Jordania, Marruecos y España, concretamente en Sevilla (Plaza de España, Casino, la esquina de la calle Arroyo con la calle Vicente Alanís, Palza de América, Casa Pilatos y los Reales Alcázares de Sevilla) Almería (las playas de Cabo de Gata y el desierto de Tabernas, y el parque Nicolás Salmerón, en la misma ciudad de Almería) y Doñana.




Recreación de la ciudad de Aqaba, aunque en realidad se trata de las espectaculares playas de Carboneras, en Almería. Abajo la playa sin los decorados.






Curiosidades y detalles:

- Peter O'Toole sufrió un accidente al bajar de un camello. En la escena del asalto al tren (rodada en Almería) podemos ver como en su dedo pulgar lleva un vendaje como consecuencia de la caída.
- La película fue prohibida en la gran mayoría de los países árabes (por falta de respeto a la cultura árabe).El único país que permitió su visionado fue Egipto, donde fue un auténtico éxito, ya que fue vista por muchos como una alabanza al nacionalismo árabe.
- La música, una de las más memorables del cine fue compuesta por Maurice Jarre e interpretada por la Orquesta Filarmónica de Londres (según el American Film Institute, la tercera mejor BSO de todos los tiempos).
- Su estilo visual ha influido en directores como Steven Spielberg, Martin Scorsese o George Lucas.
- Gracias a esta película, Almería y más concretamente el Desierto de Tabernas, atrajeron a un gran número de directores de cine, consagrándolo como uno de los principales lugares donde se rodaron las películas del spaghetti western , entre otras, las de Sergio Leone.
- La película estuvo nominada a 10 premios Oscars, ganando en 7 categorías, concretamente los de mejor película, mejor director, mejor banda sonora, mejor fotografía a color, mejor dirección artística a color, mejor sonido y mejor montaje.





Hasta la próxima entrada corazones.

sábado, 15 de octubre de 2011

Resultado de la encuesta: La mejor pareja del cine.

Recién salidos del horno, ya tenemos los resultados de la encuesta "La mejor pareja del cine" (hombre-mujer).


La cosa estaba difícil. En ésta encuesta no había sólo parejas de actor-actriz, había instituciones, leyendas impertérritas. Parejas en las que pesaba más (en mi opinión) la película que hicieron juntos que la pareja en sí, caso de Casablanca o Lo que el viento se llevó. Verdaderos pesos pesados. Pero en éstas cosas, el resultado es impredecible. Sin más dilaciones, los resultados:


Puesto Nº1:



Spencer Tracy y Katharine Hepburn (20 votos.)

Spencer Tracy, uno de los mejores actores que haya habido nunca. Como decía Kate Hepburn, Spencer era "básico como una patata asada". Actor de raza, se dedicó a lo único que sabía hacer sin esfuerzo, interpretar. Modesto como pocos decía que, por ejemplo, ser fontanero (el ejemplo lo puso él mismo) era una verdadera profesión y que la suya no lo era. Grande.

Marlene Dietrich dijo una vez que Spencer Tracy era el hombre más inteligente que había conocido en la vida.


Kate Hepburn, aunque ya lo haya expresado 100 veces, aquí va la 101: para mí la mejor actriz que haya habido nunca. Versátil, carismática, ágil, auténtica y muy profesional. Al igual que Spencer, actriz de raza. Exudaba carisma, independencia, ambición, inteligencia, carácter y elengancia por los cuatro costados. Hizo comedia, drama, cine, teatro y hasta se atrevió a hacer un musical. Unicamente se bajó del escenario cuando ya no pudo mantenerse de pie en él.

Según la lista de la American Film Institute (AFI) es considerada la primera estrella femenina de la historia del cine, por delante de Bette Davis (2ª), Audrey Hepburn (3ª), Ingrid Bergman (4ª) y Greta Garbo (5ª)


De éstos dos actores juntos sólo podía salir algo bueno, brillante, espectacular. Su profesionalidad les llevó a ser grandes, su relación fuera de la pantalla les dio una complicidad dentro de ésta que hizo que el público pidiese más y más. Nueve películas juntos abalan todo lo que estoy diciendo.

1942: La Mujer del Año.
1942: La Llama Sagrada.
1945: Sin Amor.
1947: Mar de Hierba.
1948: El Estado de la Unión.
1949: La Costilla de Adan.
1952: La Impetuosa.
1957: Su Otra Esposa.
1967: Adivina Quien Viene Esta Noche.


Tenemos que seguir con los resultados, pero desde aquí me comprometo, a hacer un ciclo Spencer Tracy & Katharie Hepburn, película por película. Os dejo por ahora un enlace al otro blog donde tengo el placer de escribir, Zinéfilaz, y en el que realicé una entrada dedicada a Adivina Quien Viene Esta Noche.


Podría seguir alabando a ésta primera pareja pero en la tele el tiempo es oro.


Puesto Nº 2:

Cary Grant y (oh si) Katharine Hepburn. (18 votos)

Cary Grant (mi carigrán, vuestro carigrán) El galán por excelencia. Galán si, pero muy cercano. Tenía físico, talento y facilidad. Al igual que Spencer, él hacia que el noble arte de la interpretación pareciese coser y cantar. La elengacia, el porte y la simpatía, la marca de la casa. Quizás le faltase un poco de registro, pero en el suyo era el mejor.

Y que voy a deciros de Kate Hepburn que no os haya dicho más arriba. Que me casaría con ella. Espero que resucite antes del 20 N. Aparte, destacar que en la encuesta Kate aparecía 2 veces, y ha obtenido el primer y segundo puesto.

Cuatro fueron las películas en las que trabajaron juntos y nos supieron a poco:

1935: La Gran Aventura de Silvia.
1938: Vivir para gozar.
1938: La Fiera de mi Niña.
1940: Historias de Filadelfia.

Para la pareja número 2 tenemos un 75% de entradas ya hechas.

Y que me decís de ésta instántanea de cuando el glamour se ausentó un momento. Esas son las mejores, sin duda.




Puesto Nº 3:


Jack Lemmon y Shirley MacLaine (12 votos)

Con Jack Lemmon me pasa algo parecido a lo que me pasa con James Stewart, me transmite tanto buen rollo y me parece tan buenazo que me emociona verlo en la pantalla.

En la comedia, pocos le igualaban y nadie le hacía sombra. En "Días de Vino y Rosa" podemos verle su cara dramática, igual de emotiva. A todo el que se arrimaba le hacía grande, era el favorito de Billy Wilder, y aunque poco hay que justificar del talento de Wilder, hemos de reconocer que sin Lemmon la mayoría de las películas de Billy no hubieran sido lo mismo. Aparte de con Shirley MacLaine hizo también una pareja para la historia del cine con Walter Matthau.

En cuánto a Shirley MacLaine, puede que su película más recordada sea "El Apartamento" y sus demás películas queden un tanto eclipsadas, pero no obstante estuvo nominada 5 veces al Oscar y lo recogió en una ocasión por "La fuerza del cariño."
Aunque fue pareja cinematográfica de Jack Lemmon en dos ocasiones, "El Apartamento" e "Irma la Dulce", su papel más recordado es el la ascensorista Fran Kubelic.


1960: Irma la Dulce.
1963: El Apartamento.


Puesto Nº 4:

Con 9 votos ha estado muy repartido y fueron para varias parejas:








Dos pedazos de actores como dos tranvías cada uno de ellos. Marlon Brando y Vivien Leigh

Fred Astaire y Ginger Rogers, moviendo pinreles.


Puesto Nº 5:


También muy repartido con 8 votos (queréis hacerme trabajar, lo capto =P)

Cary Grant y Audrey Hepburn



Montgomery Clift y Elizabeth Taylor.




Humphrey Bogart y Lauren Bacall.


Puesto Nº 6 (7 votos):

Charles Chaplin y Paulette Goddard


Puesto Nº7:


Repartido con 6 votos para las parejas:


Glenn Ford y Rita Hayworth



Humphrey Bogart e Ingrid Bergman



Richard Burton y Elizabeth Taylor


Puesto Nº 8.


Con 5 votos cada uno para el hombre del 5 y compañía:

el ken Clark Gable y Carole Lombard


Clark Gable y Claudette Colbert


Clark Gable y Vivien Leigh


John Wayne y Maureen O'Hara.


Puesto Nº 9:

4 votos para:


Cary Grant e Irene Dunne.



James Stewart y Kim Novak



Cary Grant y Grace Kelly


Puesto Nº 10 (3 votos):


Orson Welles y Rita Hayworth.



Tony Curtis y Marilyn Monroe.



Lawrence Olivier y Joan Fontaine



Humphrey Bogart y Bette Davis.



John Gilbert y Greta Garbo.


Fuera del top ten se quedaron fuera: 4 parejas con 2 votos, 7 parejas con 1 voto y 9 parejas con 0 votos.


Gracias a tod@s por vuestra participación. Lo cierto es que habéis sido muchos los que habeis votado ésta vez y os lo agradecemos enormemente.

Espero que los resultados hayan sido de vuestro gusto.






miércoles, 5 de octubre de 2011

Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's) 1961



Gracias al blog Plumas de Caballo supe que este mes, y concretamente hoy día 5, se celebran los 50 años del estreno de Breakfast at Tiffany's y decidí retomar esta entrada que comencé a escribir hace ya varios meses pero que dejé solamente con un párrafo. Así pues, ¿qué mejor ocasión para escribir una entrada dedicada a esta película que para conmemorar el 50 aniversario de una las cintas más míticas del cine?


Y solo tengo una forma de empezar esta entrada y es haciendo una confesión: le debo esta entrada a Audrey Hepburn. En algunos comentarios de diversas entradas anteriores he dicho que este mito del cine no está entre mis actrices favoritas. Es cierto. Pero no con ello quiero decir que sea mala intérprete. Aunque también es cierto que como icono de modas me fascina (y en esta película aún más) quiero hacer esta entrada, la de su película más emblemática (y pese a que mis preferencias por otras actrices) para recalcar lo gran actriz que fue.





Holly Golightly (Audrey Hepburn) es una guapa, simpática y extravagante neoyorkina que lleva una vida llena de fiestas, saraos y por supuesto, hombres. Un día, se muda a su bloque de pisos un apuesto y guapo joven, Paul Varjak (George Peppard), escritor sin demasiado éxito, pero que mientras tanto vive de "prestar sus servicios" a una madura, atractiva y adinerada mujer (Patricia Neal). Sin embargo, entre ambos surge un flechazo casi al instante. Pero no lo tendrán fácil para acabar juntos, sobre todo cuando Holly conozca a un rico heredero brasileño (interpretado por el español José Luis de Villalonga).





La película está basada en la novela, o más bien un relato corto, de Truman Capote de mismo título, y del que pronto tanto Richard Shepherd como Martin Jurow compraron los derechos para llevarlo a la gran pantalla. El primer estudio al que se dirigieron fue Paramount Pictures, que enseguida dio luz verde. En esos momentos Audrey Hepburn estaba bajo contrato de ese estudio y los productores siempre la tuvieron en mente para interpretar el papel protagónico. En Paramount no estaban muy convencidos sobre si era oportuno o no que una dama angelical y dulce interpretara a una mujer a la que le daban 50 dólares por "ir al tocador"... Finalmente Audrey accedió a hacer el papel pero le puso una y mil pegas: para empezar, el personaje sería mucho más ingenuo y simpático que el del libro, cualquier atisbo de bisexualidad sería eliminado y nada de referencias explícitas a la prostitución. Esas fueron las principales exigencias de la actriz. Aunque a decir verdad, el director, Blake Edwards, tampoco quería la Holly del libro de Capote.

Pero, ¿estaba de acuerdo el autor del libro con los productores y el director? En principio no. Él quería a Marylin Monroe para el papel protagonista. Sencillo: pensaba que la rubia platino sí que interpretaría a la Holly del libro. Es más, cuando Capote se enteró de que la elegida había sido Audrey Hepburn dijo: "Paramount me ha traicionado en todos los sentidos."







Hablemos ahora del actor principal, George Peppard (que a pesar de estar muy bueno su presencia queda eclipsada por el destello de Audrey). Él también tenía un punto de ingenuidad que hacía que ambos formase una pareja de lo más angelical, casi divina. En un principio el director no lo vio adecuado, le caía bien, pero creía que no era apto para ese papel, y menos para dar la réplica a Audrey. Al final, lo contrató pues vio que hacían muy buena pareja. Y le vino de perlas, porque en cine poco más tiene que merezca la pena destacar (ni en TV tampoco, pues el Equipo A no podemos considerarlo como un producto de calidad...)

¿Y el resto del reparto?

Para el papel de la mujer madura querían a alguien con una sexualidad latente y con un fuerte carácter, y no hubo duda: Patricia Neal era la única opción.

Nos quedan el español José Luis de Villalonga, Buddy Ebsen y Mickey Rooney, el entrañable (y sufrido) vecino de Holly, y del que Blake Edwards confesó años más tarde que no hubiese deseado contratarlo, a pesar de la amistad, la admiración y el cariño que les unía, pero el director hubiese deseado contratar a un actor japonés.





"Oye aquí hay mucha gente, pero el director soy yo. Puede que no sea el mejor, pero es lo que hay", fue lo que le dijo un día Blake Edwards a Audrey Hepburn en pleno rodaje, pues a pesar de que ambos ensayaban las escenas por la noche, a la actriz le daba consejos todo el mundo y hacía caso de todos ellos menos de los del director. Desde entonces su actitud cambió, y confió en él en todo momento.

"Era fácil visualizar lo que hacía... era una dama espectacular", Blake Edwards sobre Audrey Hepburn.

El guión, adaptado por George Axelrod, fue del agrado del director y de todos los actores en todo momento. Y tanto él como el propio Blake Edwards fueron improvisando escenas sobre la marcha, concretamente la divertida fiesta que da Holly en su apartamento. Los extras confesaron años más tarde que sobre la marcha se les iba diciendo lo que tenía que hacer, los actores principales o bien obedecían órdenes o bien seguían el juego a los extras, por lo que la sensación de "desfase" es estupenda.




Retomemos el personaje de Mickey Rooney, personaje controvertido donde los haya, pues encarnaba todos los estereotipos que la sociedad norteamericana tenía de los asiáticos; e incluso a partir de la década de los 90, numerosos grupos de defensa de los Derechos Civiles han protestado una y otra vez por este personaje, considerando que nos es más que una caricatura con tintes racistas.

El propio actor confesó que, aunque se divirtió mucho encarando a este personaje, de saber que se habría ofendido tanta gente, jamás lo habría hecho.




Por una de las cosas que más destaca la película es por la maravillosa canción Moon river de Henri Mancini y aquí canta con mucha gracia Audrey Hepburn (aunque permitidme decir que prefiera la canción original). De hecho, de las cinco nominaciones (entre ellas Mejor actriz principal, Mejor dirección artística y Mejor guión adaptado)que obtuvo el film, los dos únicos en los que resultó vencedora fue en los de Mejor Banda Sonora (para una película no musical) y Mejor canción.

"Cuando vi la película por primera vez con público, estábamos en un pre-estreno y el director de la empresa dijo: 'Le diré algo: podemos deshacernos de esa canción. Por suerte, Audrey se levantó y dijo: 'Por encima de mi cadáver'", Blake Edwards.







Otro de los protagonistas de la película es sin duda alguna el gato, que por lo visto la famosa canción de Phoebe Buffay "Smelly cat" debió estar inspirada en él, porque según cuenta el director de la película el olor que desprendía el animal era insufrible, y ese hedor llegó a su punto álgido durante la famosa escena final, con la lluvia. "No entiendo como Audrey podía acercarse el animal a la nariz para abrazarlo", confesó el director.





"Audrey Hepburn tenía una belleza y una chispa que la hacían realmente encantadora, y parte de la magia de la película se debe a su protagonista y a que ya no se hacen películas como esta", una extra de la fiesta en el apartamento de Holly.




Hablemos ahora de una de las cosas que más brillan en esta película y que en mi opinión han ayudado a que Audrey Hepburn se convierta en un símbolo de sofisticación, elegancia y glamour: el vestuario. La actriz no se caracteriza por tener (lo siento por sus fans) un tipazo ni mucho menos, tiene pinta de muchachito, pero muy femenina, lo que supuso un contrapunto a actrices como Elizabeth Taylor, Grace Kelly, Ava Gardner, Rita Hayworth o Marylin Monroe, mujeres con una feminidad mucho más evidente. Es más, uno de los productores de Desayuno con diamantes la definió como "guapa, aunque sin una belleza evidente".

Aunque eso sí, Audrey estaba al tanto de lo que hacían en París los modistos franceses y conoció entonces a un joven diseñador que comenzaba a despuntar y del que ya no se separaría jamás: Hubert de Givenchy. Una anécdota muy conocida por todos, es esa en que la secretaria del diseñador le dijo "Miss Hepburn, le espera fuera" y él, muy decido, salió esperando encontrarse a Katharine Hepburn... y se encontró con una flacucha muchachita que no conocía y que le solicitaba unos vestidos. Givenchy, un poco decepcionado, le dijo que no disponía de tiempo para atenderla; "No le molestaré, quiero ver vestidos de la temporada pasada". Esos vestidos (tres en concreto) los luce en la película Sabrina

A partir de entonces, la actriz sólo confiaría en él, quien a su vez la convertiría en su musa.

"Esa ropa era mucho más que moda. Era una especie de armadura de amor. Algo que le permitía ir bien vestida" Sean Ferrer (hijo de Audrey); "Siempre me gusta decir que era un paquete de perfectas imperfecciones: se veía con un chichón en la nariz, muy delgada, unos pies enormes para su talla... pero creo que la auténtica definición de su belleza es saber que no eres perfecta ni especial" Sean Ferrer.

Mi defnición de la belleza de Audrey es simple: una chica muy mona con mucho ángel.

Siempre se compraba los zapatos medio número más grande del suyo, pues pensaba que así le durarían más, cosa que nunca imaginaríamos de un icono de modas, pero en ella se ve bien, porque la accesibilidad de su belleza (tipo vecina de al lado) es lo que atrae de ella. Era práctica, y esa practicidad es lo que ha hecho que su imagen funcione.

Por partes, la imagen de Audrey Hepburn fumando un cigarrillo en el palito ese largo es una de las más icónicas del s.XX y ese espectacular vestido negro que lleva al inicio de la película fue subastado en aproximadamente 950.000 dólares (siete veces por encima de su precio de salida).




Sin embargo, y aunque en sus películas la veamos llevar unas creaciones dignas de una diosa, lo que a ella más le gustaba era ir en vaqueros y un simple polo, y colores tipo beige, marrón, negro, azul, blanco... colores y formas sencillas (odiaba los estampados grandes). Un icono de la sencillez, pero a la vez icono de la fidelidad a un estilo.



Para el 150 aniversario de la firma, Tiffany&CO, pidió a la actriz que escribiera una carta en la que expresara sus sentimientos hacia la firma, como prefacio para un libro que se editaría sobre la compañía. Reza así:

"Querido Tiffany, algo bello es una alegría eterna, por eso el brillo de las obras de Tiffany's permanece inalterado. Durante 150 años tu nombre ha sido sinónimo de belleza, estilo, sofisticación, calidad y constancia. Nos has iluminado con tus joyas, iluminando nuestras casas con tus lámparas y nuestras mesas con tu plata, dando distinción a nuestras vidas... y sin duda me la diste a mi al invitarme a desayunar, ¿cuántos pueden decir que han tomado café y croissants en Tiffany's?

Feliz cumpleaños, querido T., con cariño pero también con envidia, porque tras 150 años no tienes arrugas, pero es que la clase no tiene edad.

Tu devota amiga, Audrey Heburn."





Hasta la próxima entrada corazones.