Gente Maja

sábado, 31 de julio de 2010

El exorcista (1973)



Hoy me he decidido a escribir sobre esta película, que aunque no pertenezca a la época dorada del cine, lo cierto es que nos encontramos ante un clásico del cine de terror.



El 20 de agosto de 1949 Bill Brinkley, un reportero de The Washington post, publicaba un artículo en el que relataba el exorcismo practicado a un niño de Maryland del que jamás se divulgó su nombre. El niño había pasado por varios hospitales a causa de sus síntomas, que incluían violentos ataques de nervios y extrañas manifestaciones telequinésicas. En dos hospitales, gestionados por la comunidad jesuita, insistieron en que el problema del niño no se curaba con medicinas, y que lo mejor sería que visitasen a un sacerdote. Los padres del menor simplemente se quedaron atónitos, ya que chocaba con las convicciones familiares.

Todo comenzó meses antes (en enero), cuando una tía del niño, aficionada a la güija, murió. Ocho días antes de este dramático acontecimiento, se escucharon ruidos en el desván de la casa familiar, que achacaron a ratas. Aquello ocasionó una aumento considerable de problemas, todos muy extraños: el colchón del niño se movía violentamente en plena noche, la habitación del niño estaba mucho mas fría que el resto de la casa y se podía sentir como "algo" rascaba las paredes del dormitorio y golpeaba el techo. A eso hay que sumar los extraños síntomas que presentaba el menor: hablaba perfectamente latín (lengua que nunca había estudiado), heridas y úlceras en su cuerpo...

El 17 de febrero, un sacerdote luterano pasó una noche en la casa del chico y fue testigo de los diferentes sucesos, y ante ello, pidió la presencia de un sacerdote católico. El pastor luterano abandonó el caso (no sin antes ser herido por el niño) y se ocuparon del exorcismo dos sacerdotes jesuitas, y el 16 de marzo, comenzaron su "trabajo": las palabras vete e infierno aparecieron en el cuerpo del niño como grabadas a fuego.
Varios meses después, y tras internar al niño en una institución psiquiátrica en donde continuaron los exorcismos, de la noche a la mañana, el niño volvió a la completa normalidad.

Pues en esos años, un joven William Peter Blatty se encontraba estudiando en la universidad de Georgetown, y comenzó a interesarse por temas relacionados con la religión. Cuando leyó el artículo, y ante sus enormes ganas de ser escritor, trató durante años de averiguar más detalles del caso, con poco éxito, y se olvidó del tema durante un tiempo para dedicarse a escribir sobre otras obsesiones.



A principios de los 60 consiguió iniciar su carrera como escritor, mayormente en el ámbito cómico, así como también escribía guiones para algunas películas menores, también en su mayoría cómicas. Abatido y casi sin esperanzas ni dinero, su suerte cambió en 1967, cuando conoció a Marc Jaffe, director de la editorial Bantam Books, quien decidió echarle una mano para que consiguiese escribir y publicar su libro.

Tras varios meses de indagaciones, Blatty consiguió el nombre y la dirección del auténtico exorcista, pero éste se negó a revelar datos importantes y comprometidos del caso, pero si que afirmó: "Lo de Mount Rainier fue un auténtico caso de posesión diabólica, no tengo duda de ello." .
Así pues comenzó la adpatación de la historia, cuyos derechos fueron vendidos a Harper&Row.

A finales de verano de 1970, el escritor había acabado el manuscrito y hecho varias copias del mismo. La primera se la entregó a su vecina Shirley McLaine, quien se mostró tan entusiasta que animó a su socio, el productor Lew Grade, a hacer una oferta para su adaptación al cine.



Blatty la rechazó por insuficiente, lo que solivantó a McLaine, que a su vez rechazó el papel de Chris en la adaptación de la novela.
A su vez los derechos de la película fueron vendidos a Paul Monash, quien a su vez los vendió a los estudios Warner. Ahora bien, Blatty se enteró de que Monash andaba cambiando cosas del guión sin permiso del autor, así que fue despedido (no sin antes embolsarse 240.000 dólares y un porcentaje del 5% al 9% del total de la taquilla del film).
Así pues, El exorcista pasó por fases de cambio: la editorial pidió a Blatty que cambiase el prólogo (más bien que lo eliminase) de Irak, a lo que se negó en rotundo (curiosamente, durante el rodaje Blatty pediría a Friedkin que eliminase de la película esa parte, a lo que el director no accedió) y el final: en un principio, en el final de la película la niña explicaría a su madre con todo lujo de detalles lo ocurrido, a esto sí accedió.



Finalmente, el libro pronto se convirtió en un auténtico éxito de ventas... lo que Blatty no sospechaba era que la novela haría subir las peticiones de exorcismos hasta el infinito y más allá, e incluso al propio escritor le llegaban cartas solicitando su ayuda, junto a ese correo, también llegaban todo tipo de insultos y ataques de grupos católicos, judíos y protestantes, calificando el libro de sucio y obsceno.

El propio Blatty dijo "Los ataques son dolorosos, pero después de que una señora me escribiera diciéndome 'Si al Papa le gusta su libro, eso quiere decir que está podrido por dentro', en ese momento entendí que la mayoría de esos ataques venían de personas que se odiaban a sí mismas."



Había llegado el momento de convertir la tinta en imagen, y para ello el autor del libro sugirió a William Friedkin... Kubrick fue otro de los directores que se barajaron, pero no parecía estar muy entusiasmado con la idea. Así pues, el 14 de agosto de 1972 William Friedkin empezaba el rodaje de la que pasaría a ser la película de terror más célebre de todos los tiempos, y que se desarrolló entre Washington, Nueva York e Irak.



El exorcista contaba la historia de una niña, Regan McNeil (Linda Blair), que un día comienza a sentir extraños ruidos en su habitación. Su madre, Chris(Ellen Bursty)es una famosísima actriz demasiado ocupada, que cree que todo se debe a las ratas. Días más tarde, es su hija la que comienza a manifestar signos y síntomas muy raros, y tras innumerables pruebas médicas, nadie sabe lo que realmente le sucede a la niña. Finalmente, la familia decide contactar con el padre Karras (Jason Miller), que atraviesa una profunda crisis de fe por culpa del estado de salud de su madre. Al principio se niega a creer que la niña no pudiera curarse por la medicina tradicional, pero la llegada del veterano padre Merrin (Max von Sydow) consigue hacerle cambiar de opinión y finalmente accede a impartir, como asistente de Merrin, un exorcismo a Regan.




















Como es lógico, el proceso intermedio (y que llevó a la película por el sendero correcto) fue cualquier cosa menos fácil: la batalla entre dos personalidades tan antogónicas y extremas como las de Blatty y Friedkin estalló al instante. Así, ambos se citaban cada mañana para someter al guión a una sesión de "guillotina", que lo rebajó de 225 a 133 páginas: algo mucho más adecuado para la salud de un espectador medio, ya que ver más de 4 horas de un exorcismo, es cuanto menos, curioso.

















El casting no fue menos tormentoso. Friedkin se negó a contratar actores famosos para los roles principales, e intérpretes como Jack Nicholson deseaban fervientemente el papel, pero fue rechazado por miedo a que su estrellato ocultara la auténtica naturaleza de la película.
Finalmente, y gracias a una serie de carambolas, Friedkin accedión a que Jason Miller (ganador de un premio Pullitzer)acabara interpretando al padre Karras (la sorpresa de éste fue mayúscula cuando se enteró de que lo quería como actor y no como guionista). Sin embargo Ellen Burstyn no creía que Miller estuviese preparado para encarnar a un personaje de tal intensidad, y así se lo hizo saber al director. Al mismo tiempo, la Warner Brothers no la quería a ella en el film...
Carol Burrnett y Jane Fonda se barajaron para interpretar el papel de la madre de la niña poseída, pero el director se impuso.



"Supe tan pronto como la vi que era la opción correcta", dijo Friedkin sobre la niña, Linda Blair, sin duda alguna, núcleo emocional de El exorcista. A pesar de ello (y por si acaso) el director contrató a Eileen Dietz como doble para las escenas más arriesgadas, como por ejemplo, las escenas de la vomitona verde, cuando baja las escaleras, o la masturbación con el crucifijo.



"La gente que paga por ver El exorcista sabe lo que quiere: salir del cine chocado y aterrado"



El rodaje se prolongó hasta la friolera de 7 meses... de pesadilla.
Y es que Blatty había sido capaz de llegar a un acuerdo de mínimos (en algunos puntos de máximos) con Friedkin, un director con fama de tirano, implacable y egocéntrico, y al que David Gilmon (crítico de cine canadiense) le tildó de "abusón y psicópata inestable". El guión había sido aprobado después de meses de trabajo y el rodaje había empezado con lo que se consideraba el reparto ideal y un equipo solvente; aún así, la producción se convirtió en un infierno (que irónico, ¿no?) debido a la total falta de flexibilidad del director.



La presión del realizador con sus actores hizo mella en todos ellos, y la prensa empezó a publicar informaciones y a hablar de ataques de nervios de Linda Blair, Friedkin abofeteaba a parte del equipo... Además, a esto, había que añadirle la polémica en la que se vieron envueltas la niña "poseída" y su doble, quien iba por ahí afirmando que tanto Linda Blair como Friedkin se las habían apañado para quitarle mérito, y la cosa llegó a tal extremo que la Warner tuvo que emitir un comunicado en el que contabilizaba el tiempo que Eileen Dietz aparecía en pantalla: 28 segundos.

Pero todo aquel gallinero actoral se quedaría en un pobre preludio de lo que estaba por llegar: un incendio destruyó parte del set de rodaje, concretamente, la casa en la que se practicaban los exorcismos; la imagen del demonio Pazuzu, clave en las escenas de Irak, por un error de almacenaje en el avión que trasladaba al equipo de la película, acabaría en Hong Kong, añadiendo dos semanas más al abundante retraso que acumulaba ya la producción.



Aún así lo relatado hasta ahora queda como una simple broma ante las declaraciones de Ellen Burstyn ante las cámaras de la BBC en 1998: "Durante el rodaje se produjeron 9 muertes".


(William Friedkin)


Muertes aparte, la película siguió dando problemas una vez acabada, y en un primer pase de prueba para los ejecutivos de la Warner, uno de ellos soltó: "Ya tenemos nuestra Cleopatra", en refernecia a la película de Joseph L. Mankiewicz de 1963 y que a punto estuvo de acabar con la 20th Century Fox.
Sin embargo tanto director como estudio consiguieron lo que quisieron: el primero, una película a su gusto; el segundo, un taquillazo (400 millones de dólares).


(Ellen Burstyn)


La película estuvo nominada a 10 Oscars (película, director, William Friedkin; guión adaptado, Blatty; actriz principal, Ellen Burstyn; actriz de reparto, Linda Blair; actor de reparto, Jason Miller; dirección de arte, fotografía, montaje y sonido), resultando ganadora en dos categorías: guión adaptado y sonido. También tuvo su recompensa en los Globos de Oro: Mejor película en la sección drama, mejor director, mejor actriz de reparto y mejor guión adapatado (en estas categorías resultó ganadora, y además estuvo nominada en las secciones de mejor actriz principal y mejor actor de reparto, esta vexz no fue Miller, sino Max von Sydow el nominado, además Linda Blair no sólo obtuvo el Golden Globe a la mejor actriz de reparto, sino que también fue nominda al Globo de Oro a la nueva estrella femenina del año).


(Linda Blair en la actualidad).


Hasta la próxima entrada corazones.

viernes, 30 de julio de 2010

Resultados de la encuenta: los mejores actores.

Tras muchas semanas de votaciones, ya tenemos los resultados de la encuesta. Gracias a todos aquellos que habéis dejado vuestros votos. Una vez más, gracias de todo corazón.
Estos son los resultados:

PRIMER PUESTO: JAMES STEWART. (20 votos, 54%)



James Maitland Stewart (20 de mayo de 1908 - 2 de julio de 1997), fue considerado por sus contemporáneos como el modelo de hombre americano perfecto: participó en la II Guerra Mundial, por lo que llegó a ser simbolizado como un patriota y héroe de guerra. Durante la Guerra fue nombrado coronel y tras el conflicto, continuó vinculado al ejército, ascendiendo a General de brigada.
Casado desde 1949 hasta 1994 con Gloria Hatrick y afiliado al Partido Republicano, entre sus títulos más representativos encontramos Caballero sin espada, Anatomía de un asesinato, Vértigo, La ventana indiscreta, Vive como quieras, ¡Qué bello es vivir! o Historias de Filadelfia; actor de gran versatilidad, fue el actor fetiche tanto de Hitchcock como de Frank Capra.
Entre los premios que recibió a lo largo de toda su carrera, caben destacar: dos Oscar (por Historias de Filadelfia y otro en honor a toda su trayectoria), dos Globo de Oro, una Copa Volpi al mejor actor en el festival de Cine de Venecia y un Oso de plata del festival de Cine de Berlín.

SEGUNDO PUESTO: CARY GRANT (19 votos, 51%)



Cary Grant, (18 de enero de 1908 - 29 de noviembre de 1986) nació en Inglaterra, pero en 1942 adquirió la nacionalidad norteamericana. Fue (y es) uno de los galanes por excelencia del cine. Protagonizó algunos de los grandes clásicos del cine, pareja ideal de Katharine Hepburn en la gran pantalla, podemos decir que ante todo, era un gran cómico. Su primer papel de relevancia fue junto a Marlene Dietrich en la Venus rubia, después vendría toda una colección de grandes títulos: Historias de Filadelfia, La fiera de mi niña, Con la muerte en los talones, Atrapa a un ladrón, Arsénico por compasión, Sospecha... en una ocasión, dijo "Soy el favorito de Hitchcock porque en realidad él quiere ser yo".
Tras varias nominaciones, en 1969 le fue concedido el Oscar honorífico.

TERCER PUESTO: MARLON BRANDO (17 votos, 45%)



Marlon Brando (3 de abril de 1924 - 1 de julio de 2004), está considerando el máximo exponente del Actors Studio, donde estudió el método Strasberg.
Siempre manifestó una falta toral de interés por las convenciones de la industria cinematográfica, actuando siempre según su propio criterio; con ello influyó en grandes estrellas posteriores com Paul Newman o Robert de Niro.
Tras ocho nominaciones a la estatuilla dorada, consiguió alzarse con ella por sus interpretaciones en La ley del silencio y El padrino.
Otras películas de gran relevancia dentro de su filmografía son ¡Viva zapata!, Un tranvía llamado deseo, Julio César o El último tango en París

El cuarto puesto ha sido para Charles Chaplin y el quinto puesto para Paul Newman.




El sexto puesto, con un 27% y 10 votos, están Henry Fonda y Spencer Tracy; el séptimo puesto, con un 24% y 9 votos, está Jack Lemon. Octavo puesto para Orson Welles (21% y 8 votos); noveno puesto, con 7 votos y un 18%, Gary Cooper y Steve McQueen.

Décimo puesto, 16% (6 votos): Rock Hudson, Robert Mitchum, Humphrey Bogart, gregory Peck, Gene Kelly, Clark Gable y Burt Lancaster.
Undécimo puesto, 5 votos, Errol Flynn, James Dean, John Wayne y Kirk Douglas; Duodécimo puesto, con un 10%, Charles Laughton y Groucho Marx.

En el puesto número trece nos encontramos a Charlton Heston, Frank Sinatra, Fred Astaire, Harpo Marx, Laurence Olivier, Richard Burton y Sidney Poitier.
Décimo cuarto lugar William Holden, Harold Lloyd, George Sanders, Dana Andrews, David Niven, Charles Boyer, Alec Guiness.

Décimo quinto puesto, Bing Crosby, Buster Keaton, Chico Marx, John Gilbert, Lionel Barrymore, Maurice Chavalier, Mellin Douglas, Vittorio Sica, Rex Harrison y Tony Curtis.
Por último, décimo sexto puesto, Boris Karloff, Brian Aherne, Stan Laurel, Olivier Hard, Peter Larre, John Barrymore, George Brent, Adolphe Menjou, Douglas Fairbanks Jr., Dela Lugosi.

Dar las gracias nuevamente a todos los votantes y espero que sea del agrado de todos.

Hasta la próxima entrada corazones.

domingo, 18 de julio de 2010

GRETA GARBO (1º parte)

¡Viene la Garbo! Hasta ahora hemos dedicado en este blog algunas entradas sobre sus películas Ninotchka, La reina Cristina de Suecia y Mata Hari, y creo que es hora de centrarnos en esta maravillosa figura del cine: la mejor pagada de su época, las más importante... la estrella más rutilante de todo el star system de la época (con permiso de Marlene Dietrich, la única que no quedó eclipsada por Garbo)

La verdad es que me he decidido a escribir sobre ella porque hará cosa de un mes, mientras hacía zapping, en un canal que no suelo ver muy a menudo (por diferencias ideológicas y políticas) salía Glenn Close hablando de la esfinge sueca.

En ese momento corrí a por lápiz y papel para anotar toda la información posible, además completaré la entrada con datos del libro Movie Icon (una serie de libros, sobre todo de fotografía y con escasa lectura, dedicados a diversas figuras del cine de la época dorada).


Aviso que he puesto muchísimas fotografías porque uno de los objetivos de esta entrada es deleitarnos con la belleza atemporal de Greta Garbo.
"Lo que un hombre ve en otras mujeres cuando está borracho, lo vemos en Garbo cuando estamos sobrios"

Greta Garbo vivió 50 años aislada, pidiendo y rogando a todo el mundo que la dejasen sola, y cuanto más lo hacía, más crecía su mito... Pero, ¿qué había sido de aquel maravilloso rostro que fascinaba a distintas genereaciones de aficionados al cine?

John Barrymore, que protagonizó junto a ella Grand Hotel dijo una vez: "La Garbo sólo con aparecer en pantalla acapara nuestra atención, su encanto elimina nuestra torpeza... No se trata sólo de una interpretación, es algo que nos invade como un maleficio, una especie de magia... y esa magia tiene un nombre... Greta Garbo."


Greta Lovisa Gustafsson nació el 18 de septiembre de 1905 en el humilde barrio sueco de Södermalm (Estocolmo). Con sólo 14 años, su padre muere por lo que se ve obligada a trabajar en una barbería para poder apoyar a su familia económicamente. Tras este trabajo, consiguió otro en unos grandes almacenes donde pronto fue utilizada como modelo e imagen en distintas campañas publicitarias de la marca.

Aunque lo cierto es que Greta siempre fue una niña tímida que siempre soñó con ser actriz de teatro:
En 1922 le ofrecieron un pequeño papel en la comedia dirigida por Eric Petchser Pedro el vagabundo o Pedro el tramposo... en donde una joven y regordeta Garbo, que no se parece en absoluto a esa mujer fatal que años después haría suspirar de amor y pasión a millones de cinéfil@s y tendría a sus pies a toda la industria del cine, inicia su andadura cinematográfica.
En 1924 consiguió una beca para la Real Escuela de Arte Dramático de Estocolmo, tímida y preocupada siempre por su escasa educación, se mantuvo muy distante de las sofosticadas señoritas que allí se daban cita. Nunca llegó a terminar sus estudios. Y es que ese mismo año Greta captó la atención del realizador y director Mauritz Stiller, que supo intuir en ella una tremenda sensibilidad.

El flamante y egocéntrico director quiso moldear a Greta y construir un prototipo de mujer perfecta en la gran pantalla: le obligó a perder 10 kilos, le enseñó a vestir, trucos de belleza y como comportarse en sociedad. Y fue él quien le proporcionó el nombre más famoso del cine, el más aclamado y el que ha levantado más suspiros... Greta Garbo.


La primera película del tándem sueco fue La leyenda de Gosta Berlings, en ella la actriz interpreta a una condesa que se enamora de un sacerdote que había colgado los hábitos. En esta actuación apenas podemos ver ese magnetismo que años después embelesaría a medio mundo, pero Stiller seguía teniendo fe en ella.

La siguiente película que rodarían juntos se vino abajo en el último momento, y la Garbo se marchó a Berlín para rodar una película, allí el magnate del cine, Louis B. Mayer se encontraba viajando por Europa en busca de nuevos talentos. Mayer le ofreció un contrato a Stiller, pero éste puso como condición que la actriz sueca debía ir con él con otro contrato. El legendario magante aceptó y la contrató por 400 dólares a la semana y le espetó: "Dile a esa actriz que en América no nos gustan las gordas."

Y así, el 6 de julio de 1925 Stiller y Garbo llegaron a Nueva York. Allí, únicamente los recibió un fotógrafo de la MGM. Dos meses más tarde, ya en Hollywood, un comité formado por actores y figurantes de origen sueco les recibieron con flores, danzas y músicas típicas del país escandinavo. Sin embargo, la prensa seguía sin impresionarse, es más, satirizaban su aspecto de campesina europea y se mofaban de ella al compararla con mujeres tan glamourosas y estilosas como Mary Pickford o Gloria Swanson, las reinas del cine y el celuloide del momento.



En la MGM no sabían muy bien que hacer con ella, no sabían donde ponerla para sacarle el mayor partido posible, así que hicieron que posara como una deportista...

Su gran oportunidad llegó en el momento en el que, previa supervisión de Stiller, le ofrecieron protagonizar la cinta El Torrente, basada en la obra Entre naranjos, del valenciano Vicente blasco Ibáñez. El papel masculino corría a cargo de Ricardo Cortez. En esta película Garbo interpreta a una campesina española que se enamora de un aristócrata cuya madre se opone a su boda. Luego, ella se convertía en una afamada cantante de ópera en París... fue un papel flojo, pero importante por dos motivos: 1º, porque marcaría el prototipo de sus papeles posteriores (de femme fatale); y 2º, porque el público y la crítica comenzaron a fijarse en ella.
Su siguiente película, Tentación, fue un auténtico éxito de taquilla y crítica, y pronto el estudio comenzó a explotar la imagen de la esfinge sueca... todo a pesar su drama personal: a los pocos días de comenzar el rodaje, le comunicaron la muerte de su hermana y la MGM decidió prescindir de los servicios de Stiller.

Greta Garbo, preocupada por su ídolo caído y dubitativa de su talento, pensó en volverse a Suecia y en una carta dirigida a una amiga escribía "La vida me asusta."

Aunque ella comenzaba a despuntar, aún no tenía un compañero que le hiciese buenas réplicas en pantalla, así la MGM decidió emparejarla con el actor más veterano de sus filas y el más famoso y deseado: John Gilbert.

Su primera película juntos fue la aclamada y famosa El demonio y la carne. En esta película crearon un nuevo prototipo de lo que debía ser la pasión en pantalla (años más tarde haría lo mismo Elizabeth Taylor Y Montgomery Clift pero no con la pasión, sino con el romance). En las escenas de amor, Garbo parecía deborar a Gilbert con sus besos, y el erotismo crecía en cada escena.

Ambos actores se fueron a vivir juntos a la casa del actor y allí ella se adaptó muy bien a la vida en pareja y a los amigos del actor, pero siempre se negó a casarse con él... Una vez Gilbert, desilusionado, comentó a la prensa: "Ella dice que me he enamorado de la Garbo actriz, y debo admitir que efectivamente, así es."
Louis B. Mayer, perro viejo, quiso emparejarlos rápidamente en otra película, pero se topó con una piedra en su zapato: Garbo aceptaría, pero sólo si se le subía el sueldo. Y es que Gilbert ganaba 10.000 dólares a la semana, ella 600. Cuando la MGM se negó a subirle el sueldo a 5.000 dólares, cantidad que ella reclamaba, la Garbo pronunció su famosa frase "Me voy a mi casa." No fue una amenaza: se marchó y estuvo sin rodar 7 meses, y ante la apabullante indiferencia de la sueca, el magnate cedió a sus exigencias. Era la primera vez que alguien le hacía frente.
Su siguiente película juntos, fue Love (adaptación de la novela Anna Karenina), en donde queda patente que las mejores poses de Garbo se suceden cuando la actriz está recostada o tumbada. Después vendría La mujer ligera (también junto a Gilbert, que ya estaba prometido con otra mujer). Esta película fue la última colaboración en el cine mudo con el galán Gilbert.

Mientras rodaba Orquídeas salvajes, Greta Garbo recibió la triste noticia de la muerte de su mentor, Mauritz Stiller. Ella quiso dejar de rodar la cinta "Sólo habrá un muerto en pantalla." Pero el permiso le fue negado.

El inicio en 1927 del cine sonoro había echo temblar los cimientos del cine, pues las grandes figuras de la gran pantalla, como Charles Chaplin, Gloria Swanson, Mary Pickford o el mismo John Gilbert se estaban viniendo abajo. El sonido produjo, pues, nerviosismo en Hollywood y muchas de las más rutilantes figuras vieron su final, por ejemplo, el partner de Garbo, que había hecho suspirar de amor a miles de damas, ahora éstas se reían de su voz chillona.
La MGM estaba nerviosa, no podía permitirse perder a uno de sus bienes más preciados, por lo que mantuvo a Greta Garbo con la boca callada hasta 1930, más tiempo que al resto de estrellas, para darle tiempo a perfeccionar su inglés.

En 1930, Mayer y Thalberg la presentaron como la poco atractiva prostituta Anna Christie, el director fue Clarence Brown, su director fetiche. "Give me a whisky", fue lo primero que dijo Greta Garbo en la pantalla a los 16 minutos de comenzar la cinta.
Se rodaron dos versiones de la película: una en inglés y otra en alemán. La sueca superó con nota esta terrible prueba de fuego: se afianzó como la estrella más importante del momento, la película fue un aunténtico éxito de crítica y público y obtuvo su primera nominación al Oscar como mejor actriz. Ese mismo año sería también nominada a la estatuilla dorada por su interpretación en la película Romance.

Los tonos dulces, cansados y melancólicos con los que Greta hablaba no hacían sino que creciera aún más su mito.


En el año 1931 rodó junto a un jovencísimo Clark Gable (irreconocible sin ese bigotillo) la película Susan Lenox
En la famosísima Mata Hari, interpreta a la archiconocida espía que seduce a Ramón Novarro. Al hilo de esta película, un periodista dijo: "Al público parece gustarle que Garbo muera en pantalla" Aunque es cierto que en esta película Garbo parece que va a su muerte como si se dirigiese a su coronación.
En el año 1932 el estudio decidió por primera vez rodearla de grandes decorados y unos compañeros de cartel impresionantes, hasta ahora (a excepción de las películas con Gilbert) todo el peso recaía sobre ella.

Si hay algo en lo que todos los que trabajaron con ella están de acuerdo es en su profesionalidad y responsabilidad para con su trabajo. Tenía relaciones muy simpáticas y amables con todo su equipo: su idiosincrasia lo imponía.
Cuando estaba actuando insistía en que pusiesen pantallas negras a su alrededor para que nadie del equipo la desconcentrase y simepre que podía, trabajaba con el mínimo de personal imprescindible.

Como curiosidad, en la película Como tú me deseas, hizo su única aparación de rubia platino. Se trata de la última película con su anterior contrato. Tras rodarla se marchó un tiempo a Suecia y fue entonces cuando comenzaron los primeros rumores sobre su retirada, tenía 27 años... y sus mejores papeles aún estaban por llegar.



Sentía desprecio por muchos de los papeles que interpretaba, los de vampiresa o femme fatale,"Me dan risa", solía decir.
Nunca quiso jugar al juego de Hollywood: no asistía a los estrenos, no concedía entrtevistas, no firmaba autógrafos. No se centraba en la meca del cine, y llegó a cambiar de casa hasta 11 veces.


En el año 1932, Greta Garbo estaba en la cumbre de su éxito y como he dicho anteriormente, aún no había interpretado sus mejores papeles. Cuando en 1933 volvió a Estados Unidos para rodar La reina Cristina de Suecia, exigió un aumento de sueldo (que la convertiría en la estrella mejor pagada), y también consiguió por contrato no volver a interpretar papeles de femme fatale... ahora ella era la reina de la MGM, o mejor dicho, ella era la MGM.
Importante es de destacar que para esta película exigió a los estudios que su pareja en pantalla fuera el ya pasado de moda John Gilbert y no Laurence Olivier.
La Reina Cristina de Suecia, a pesar de que para muchos es su mejor papel (yo no lo creo) la película fue un fracaso de taquilla, y a esta derrota le siguió otra, pues El velo pintado, tampoco consiguió la recaudación esperada.

"Se ha convertido en la musa trágica oficial de Hollywood."



Tanto en Anna Karenina (1935, y que le hizo ganadora del premio del Círculo de Críticos de Nueva York) como en Margarita Gautier (1936, que supuso su tercera nominación al Oscar), interpreta a una heroína que vivía, padecía sufría y después moría; en los últimos romances de la Garbo, la carne y el espíritu se funden hasta crear una especie de religión, y en ella, la Garbo es siempre el supremo sacrificio.
Estas películas supusieron una reconciliación con el público.




"Se puede sentir el momento en el que su espíritu abandona su delicado cuerpo." escribió un crítico para describir la escena de su muerte en Margarita Gautier, película en la que, según escribió otro crítico, la llevó a la cumbre de su arte.





A finales de 1939, Greta Garbo desgarró su velo trágico e hizo una magífica interpretación cómica, su primera interpretación cómica... Ninotchka.

Con Ernst Lubitsch como director y Billy Wilder como uno de los guionistas, la película supuso un auténtico taquillazo, nada más y nada menos que 2'5 millones de dólares de recaudación para un país que acababa de salir de una grandísima depresión económica y estaba a las puertas de entrar a participar en la II Guerra Mundial.

Esta II Gran Guerra hizo mella también en el prestigio de la Garbo y la MGM, ya que el 40% de los ingresos del estudio venían de Europa, y con este mercado cerrado, todos los actores y actrices de Hollywood se vieron obligados a rebajar su sueldo para mantener el equilibrio del sistema: de 750.000 dólares, la mujer divina pasó a cobrar 250.000


Como curiosidades, del rodaje de Ninotchka, Greta Garbo se negó a recibir a Ernst Lubitsch e insistió en verlo dentro de su coche, y fue allí donde discutieron determinados aspectos del personaje y del contrato (ella tenía mucho miedo a la escena de la borrachera, pues pensaba que haría caer su prestigio); otra anécdota sucedión con Billy Wilder, a quíen echó del set de rodaje porque según ella "Había demasiada gente y no podía concentrarse."





Su última película fue La mujer de las dos caras... que no pienso describir, pues dio al traste su carrera: el director George Cukor se empecinó en darle una vuelta al look de la Garbo y a la imagen que todos teníamos de ella, así que no se le ocurrió otra cosa que vestirla y peinarla de tal modo que pareciera que tenía 10 años más, ya no era esa mujer fascinante de antes... el director de vestuario de la película, tras hablar con George Cukor y no llegar a nada en claro con el director, se levantó y antes de dar un portazo en las narices del otro le espetó: "Cuando el glamour acaba para Greta Garbo también acaba para mí."


"Han hecho de ella un payaso, un bufón, un mono subido a un palo", escribió un crítico muy enfadado al ver la película.

Nadie en ese momento sospechó que el fracaso de esa tonta comedia de sexo acabaría siendo el canto del cisne de la sueca.

Cuando se retiró, Greta Garbo tenía 36 años, eran joven, guapa y rica... muchos intentaron que volviera a la gran pantalla y rechazó protagonizar Un tranvía llamado deseo ("Soy demasiado masculina", dijo) y una película de Hitchcock.

Entre sus manos ahora tenía tiempo... de vez en cuando, se rumoreaba sobre su vuelta al cine, y fue asediada y acosada por medios de comunicación y admiradores hasta el final de sus días, el Domingo de Resurrección 15 de abril de 1990.

En 1954, le fue concedido el Oscar honorífico por toda su carrera, pero no fue a recogerlo, porque como ella misma dijo "No quiero verle la cara a nadie."

La divina es inmortal... ha trascendido los altos y bajos que imponen las modas y ha permanecido en nuestra memoria (y en la de millones de aficionados al cine) como una diosa... y es que la persona pasó a convertirse en mito, y el mito en leyenda.

"¿Es usted Greta Garbo?" le preguntó una vez una fan, y ella le contestó "YO FUI GRETA GARBO"

¿Qué importa realmente quién fuera Greta Garbo? Ella es sólo una proyección de luces y sombras en la que nosotros proyectamos nuestras miradas llenas de fantasías y deseos, de admiración y adoración, sobre esa increíble imagen... Ella fue la auténtica y verdadera ilusión del cine.

(Continuará)

lunes, 5 de julio de 2010

Groucho y Yo.


"Estaba paseando por State Street de Chicago cuando una pareja de mediana edad, se acercó y empezó a dar vueltas a mi alrededor. Pasaron ante mí dos o tres veces, examinándome como si yo fuese un ser extraterrestre.
Finalmente, la señora, vacilante, se acercó y me preguntó:

-Es usted, ¿verdad? ¿Es usted Groucho?
Asentí con la cabeza.
Entonces ella me tocó timidamente en el brazo y dijo:

-Por favor, no se muera. Siga viviendo siempre.
¿Quién podría pedir más?."


Así termina la entrañable, ingeniosa, divertida y original autobiografía de Groucho Marx. Una manera muy entrañable y, a la vez, muy adecuada de terminar porque una recuerda esa frase de la mítica canción Dalí, de Mecano, que dice "los genios no deben morir".

Groucho y Yo, es decir, Groucho y Julius Marx, salió a la luz en 1972. El propio Groucho admite al principio que le cuesta a su edad, escribir este libro y que su editor le ha sobornado con 50 dólares y una caja de puros baratos. Y admite que por cada compra debería regalar con el libro cincuenta kilos se semilla de maíz. Y a continuación nos relata la historia de los problemas que tienen los productores de maíz en Estados Unidos. Esto es sólo un ejemplo de como a ti, que estás leyendo el libro, y no tienes ni el más mínimo interés por los problemas que pudiera tener el Gobierno de Estados Unidos por solucionar los problemas del excedente de maíz de los años 70 (ni siquiera te interesa este mismo problema en el 2010) incluyendo posibles soluciones, no pierdes el interés en absoluto por la historia, e incluso te estás riendo.

Tampoco puede decirse que se trate de una autobiografía al uso. Más bien se trata de una recopilación de pensamientos, reflexiones, anécdotas tanto personales como de los Hermanos Marx, más o menos ordenadas en el tiempo, con grandes saltos, y que en la mayoría de los casos, resultan tan disparatadas que parecen (y quizás fueran) de ficción. Pero siempre, contadas de manera ingeniosa y divertida, donde se entremezclan el Groucho familiar, el actor parte de los Hermanos Marx, el incómodo, insumiso, insolente, el Groucho sin pelos en la lengua que todos temían en los clubs en los que dimitía si le admitían como socio.


Pero mejor que siga yo escribiendo es que leais una carta que escribió Groucho a los Warner Brothers tras amenazarles estos últimos con denunciarles si utilizaban el nombre de "Casablanca" en su pelicula "Una noche en Casablanca", pues evidentemente los Warner habían tenido mucho éxito con una pelicula llamada, ¿lo adivinais?, "Casablanca". No tiene ningún desperdicio.

"Queridos Warners:


Aparentemente, hay más de una manera de conquistar una ciudad y de conservarla en propiedad. Por ejemplo, hasta el momento en que nos dispusimos a hacer esta película, no tenía ni idea de que la ciudad de Casablanca perteneciese en exclusiva a los hermanos Warner. Sin embargo, sólo pocos días después de hacer público nuestro proyecto, hemos recibido vuestro largo y amenazador documento legal, advirtiéndonos que no usemos el nombre de Casablanca. Por lo visto, en 1471, Ferdinand Balboa Warner, vuestro tatarabuelo, mientras buscaba un atajo para ir a Burbank, fue a parar a las costas de África y, alzando su bastón de alpinista (que más tarde trocó por cien acciones de la compañía), las llamó Casablanca.


No acabo de comprender vuestra actitud. Incluso aunque proyectéis reestrenar vuestra película, estoy seguro de que el espectador vulgar tendrá tiempo suficiente para aprender a distinguir a Ingrid Bergman de Harpo. Yo no sé si podría, pero desde luego me gustaría intentarlo.


Afirmáis que poseéis Casablanca y que nadie más puede utilizar ese nombre sin vuestro permiso. ¿Qué me decís también de "Hermanos Warner"?. ¿ También lo tenéis en exclusiva? Probablemente, tenéis derecho a utilizar el nombre de Warner, pero, ¿y el de Hermanos? Profesionalmente, nosotros éramos Hermanos mucho antes que vosotros. Realizábamos giras como Los Hermanos Marx cuando la Vitaphone no era más que un sueño en la mente del inventor, e incluso antes que nosotros ha habido otros Hermanos: los Hermanos Smith; los Hermanos Karamazov; y el "Hermano, ¿puede darme una perra gorda?". Originalmente se decía: "Hermanos, ¿pueden darme una perra gorda?", pero esto representaba repartir demasiado una perra gorda, de modo que prescindieron de un hermano, dieron todo el dinero al otro y lo redujeron a "Hermano, ¿puede darme una perra gorda?".


Y ahora, Jack, pasemos a tu caso concreto. ¿Sostienes que el tuyo es un nombre original? Bueno, pues no lo es. Fue utilizado mucho antes de que nacieses. Así, de repente, me vienen a la memoria dos Jack´s; existía el Jack de "Jack Matagigantes", y "Jack el Destripador", que en su época cortó unas cuantas figuras.


En cuanto a ti, Harry, probablemente firmarás tus cheques convencido de que eres el primer Harry de todos los tiempos y que los demás Harry´s son unos impostores. Se me ocurren dos Harry´s que te precedieron. Existieron Lighthorse Harry, de fama revolucionaria, y un tal Harry Appelbaum que vivía en la esquina de la calle Noventa y Tres con Lexington Avenue. Por desdicha, Appelbaum no era demasiado famoso. Las últimas noticias que tuve de él fueron que estaba vendiendo corbatas en los almacenes Weber.


Y ahora pasemos al estudio de Burbank. Creo que así es como llamáis a vuestro feudo. El viejo Burbank ha muerto. Tal vez lo recordéis. Era un gran hombre en un jardín. Su esposa decía a menudo que Luther tenía diez dedos verdes. Debió de ser una mujer muy lista. Burbank fue el mago que entrecruzó esos frutos y vegetales hasta que consiguió que las pobres plantas estuviesen tan confundidas que nunca podían decidir si debían de entrar en el comedor en la fuente de la carne o en la bandeja de los postres.


Eso no son más que conjeturas, desde luego, pero quién sabe... tal vez los descendientes de Burbank no se sientan demasiado dichosos ante el hecho de que una fábrica de películas se haya instalado en su ciudad, se haya apropiado del nombre de Burbank y lo utilice en las portadas de sus películas. Incluso es posible que la familia Burbank se sienta más orgullosa de la patata producida por el viejo que del hecho de que de esos estudios hayan surgido películas como Casablanca o Vampiresas (1931). Tal vez todo esto os parezca una parrafada muy amarga, pero os aseguro que no es éste mi propósito. Quiero a los Warner. Algunos de mis mejores amigos son Hermanos Warner.


Incluso es posible que cometa con vosotros una injusticia y que vosotros, personalmente, no sepáis nada de esta actitud absurda. No me sorprendería en absoluto descubrir que los jefes de vuestro departamento jurídico ignoran esta disputa descabellada, porque conozco a muchos de ellos y son tipos muy agradables, con el cabello negro y rizado, con las americanas cruzadas y con un amor por sus semejantes que supera al del propio Saroyan.


Me da en la nariz que este intento de impedirnos la utilización del título ha sido idea de algún picapleitos tonto que realiza su aprendizaje en vuestro departamento jurídico. Conozco bien el tipo, recién salido de la Universidad, ávido de éxitos y demasiado ambicioso para seguir las leyes naturales del ascenso. Ese individuo siniestro engatusó probablemente a sus jefes, la mayoría de los cuales son tipos muy agradables con el cabello negro y rizado, con las americanas cruzadas, etc., para que trataran de atemorizarnos. Bueno, ¡no se saldrá con la suya! Apelaremos ante el Tribunal Supremo. Ningún aventurero jurídico creará discordias entre los Warner y los Marx. Todos somos hermanos y seguiremos siendo amigos hasta que el último rollo de "Una Noche en Casablanca" acabe de enroscarse en la bobina.


Sinceramente, Groucho Marx. "




Tampoco me puedo resistir a poner el momento histórico en el que Harpo Marx habla