Gente Maja

jueves, 30 de diciembre de 2010

Fedora (1978)





Receta para Fedora: una pizca de El Crepúsculo de los Dioses, unas gotitas de La Novia de Frankesntein y un manojo de anécdotas de la vida de la legendaria Greta Garbo y de la eterna Marlene Dietrich, mezclarlo todo muy bien y obtendréis a Fedora.


Basado en el libro de Tom Tyron con guión adaptado por Billy Wilder y I.A.L. Diamond, Fedora cuenta la historia de Fedora (Marthe Keller), una anciana estrella de cine que muere en París atropellada por un tren. En su funeral, un productor de cine (William Holden) se pregunta si influyó de alguna manera en la muerte de la legendaria actriz pues, algunas semanas antes, había llegado a la isla de Corfú, donde Fedora vivía recluida y retirada, para ofrecerle el papel de Anna Karenina en su nueva pelicula. Pero una vez allí se encontrará con un inquietante escenario. Fedora vive casi secuestrada por un curioso grupo formado por la anciana condesa Sobrianski (Hildegard Knef), una decrepita enfermera, un chófer con apariencia de zombie y un cirujano que la somete a continuas operaciones de cirujía estética para mantenerla eternamente joven. Una especie de Doctor Frankenstein, al que sus colegas de profesión llaman medicucho.


Las comparaciones siempre son odiosas y por eso no voy a comparar a Fedora con Sunset Boulevard ni a Marthe Keller con Gloria Swanson, ni al Wilder joven con el Wilder anciano. Pero si se podría decir que se trata de una revisión bastante curiosa de la mítica Sunset Boulevard.

Genio de la cuna a la tumba, Wilder nos atrapa con esta historia inquietante, jugosa, curiosa, ingeniosa, misteriosa y, como siempre, nos deja boquiabiertos y admirándole un poco más que antes.


El papel de Fedora fue ofrecido inicialmente a Marlene Dietrich que lo rechazó por no gustarle el libro original ni el guión. Así que Wilder aceptó la recomendación de Sidney Pollack y se lo dio a Marthe Keller. Una pena lo del rechazo de Marlene, la pelicula habría ganado enteros con ella, como ganó Sunset Boulevard con Gloria Swanson, una actriz desplazada por el cine sonoro, igual que Norma Desmond.

Al igual que Fedora, Marlene se recluyó obsesionada con la decadencia de su imagen.
Y al igual que Greta Garbo, Fedora se retiró en lo más alto de su carrera. El mejor guiño a Greta Garbo en la pelicula es cuando le preguntan a Fedora "¿Usted es Fedora?" y ella contesta "Yo fuí Fedora", copiando literalmente la respuesta de Greta Garbo a la misma pregunta y su mítica respuesta "Yo fui Greta Garbo".

También es curioso que el papel que le ofrece el productor de cine a Fedora sea el de Anna Karenina, uno de los papeles que encumbraron a Garbo.

Otra actriz que rechazó un papel en la película fue Faye Dunaway.

Marthe Keller no era una auténtica leyenda del cine, que es el toque que le podía haber dado Marlene Dietrich a la película, pero estuvo correcta. Hay que ver el final de la película para entender la interpretación der Keller en su totalidad.

El rechazo de Marlene Dietrich fue el menor de los problemas de Wilder, pues la Universal vacilaba a la hora de lanzar la película debido al fracaso, cuatro años antes, de su anterior pelicula Primera Plana, hasta el punto de que Wilder empezó a ofrecer la película a otros estudios. La pelicula fue adquirida por Lorimar Productions que planteó cederla a la CBS para la televisión. Pero antes de que realizaran la oferta, United Artists se decidió a lanzarla. Lanzaron la película con poca publicidad en un pequeño grupo de salas americanas y europeas, lo que incitó a Wilder a demandar al estudio.

Después de retocar la película y recortarla 12 minutos por recomendación del estudio, Wilder pasó la película en Santa Barbara y el público empezó a reirse en las escenas equivocadas. Al final, Wilder se desanimó y se negó a hacerle más retoques. Finalmente la estrenó en el Festival de Cannes como parte de una retrospectiva de su trabajo.


Paralelismos aparte, el único enlace que mantiene Fedora con Sunset Boulevard sin duda es William Holden que, veintiocho años más tarde, vuelve a colarse en la casa de una mítica estrella de cine para desvelar los entresijos de la trama, ésta vez en la piel de Barry Detweiler.

Henry Fonda hace un cameo interpretando al presidente de la Academia de Cine y Michael York interpretándose a si mismo.

Fedora fue la penúltima película de Wilder, y si bien no se puede decir que el fuerte de esta pelicula sean sus interpretaciones, si es verdad que no os arrepentiréis de verla y disfrutaréis con el entresijo de ésta misteriosa historia a golpe de flashback.

Saludos y Feliz Año 2011 a todos y todas. Nos vemos el año que viene =)

lunes, 20 de diciembre de 2010

Perdición (Double indemnity) 1944.




"Es una gran historia con un montón de giros fantásticos y repentinos, con escenas inesperadas y preñada por el misterio del destino." , William Friedkin, director de El exorcista.

En los Ángeles, un vendedor de seguros (Fred McMurray) trama junto con una clienta (Barbara Stanwyck) asesinar al marido de ésta y cobrar así la cuantiosa indemnización de su seguro de vida. Todo se complica cuando entra en la investigación el dueño de la aseguradora (Edward G. Robinson).



El cine negro era apenas un movimiento artístico orgánico. De hecho, empezó a todos los efectos con Perdición, pues el film y el propio género eran en sí como una avanzadilla: y el trasfondo era una América cambiante en donde comenzaba a hablarse de hasta donde podía llegar la maldad.

Corren finales de los 30 y principios de los 40, y el público norteamericano había perdido parte de su inocencia (aún hoy sigue siendo bastante puritano e hipócrita) y demandaba historias más adultas sobre cómo se comportaba la gente en realidad. Y el cine negro fue la respuesta. Aunque el inicio de este género cinematográfico lo encontramos en las revistas, folletines o historietas "hard-boiled", muy típicas de los años 30 y escritas por regla general por gente corriente y que a menudo se posicionaban del lado del criminal.
Como curiosidad, podemos citar por ejemplo, la obra El cartero siempre llama dos dos veces, su autor James M. cain envió una copia a todos los estudios y finalmente los derechos del libro fueron comprados por la MGM, estamos hablando del año 34, y con el Código Hays a las puertas el estudio decidió guardar la adaptación de la obra en un cajón con la intención de guardarla para el futuro, aunque eso si, bastante más edulcorada.

Con una extrema vigilancia en el cine y el yugo de la censura siempre encima, hubo una gran ola de autocensura. Pero a James M. Cain todo esto le sirvió para continuar escribiendo (la literatura no tenía esos absurdos códigos morales) y escribió Perdición, pensando en que jamás se llevaría al cine.

Originalmente publicada en ocho capítulos como folletín en la revista Liberty, se trata más bien de una novela corta. Pero ante tal panorama de "libertad" cinematográfica y capacidad de adaptación de determinadas obras, ¿cómo se llevó Perdición a la gran pantalla? Existen dos versiones:

1º Se dice que la secretaria de Billy Wilder faltó un día a su puesto de trabajo y él como un loco buscándola por todos lados, pues resulta que estaba en el baño leyendo la obra y el dirtector se dijo a sí mismo. "Si esto interesa a mi secretaria de esta forma, debe ser genial." Aunque en realidad esto suena más a leyenda y cachondeo que a otra cosa.

2º El productor Joseph Sistrom se la recomendó al director cuando ambos trabajban en Paramount, la leyó y pareció tan buena que no paró hasta conseguir los derechos. Esta, queridos/as amigos/as, es más creíble.

En este momento, Billy Wilder había dirigido sólo dos películas El mayor y la menor y Cinco tumbas para el Cairo , ambas de un estilo muy convencional, y vio en Double indemnity la oportunidad de innovar, sin embargo Hollywood veía en esa historia algo de intratable... lejos de amedrantarse, Wilder sintió que debía sacarla adelante, quería una película que dejara a Hollywood con la boca abierta y al resto del mundo pasmado.





Billy Wilder había sido un guionista de éxito (Ninotchka), y estaba convencido de una cosa: era mejor escribir junto con otra persona que escribir en solitario, pensaba que 1+1=3.
Junto a Brackett leyó el guión y éste le dijo que era "una porquería, mejor ni mirarlo.", por lo que rápidamente tuvo que buscar a alguien junto a quien escribir el guión. Primero eligió a Cain, pero él ya estaba trabajando para otra productora, por lo que el productor Joe Sistrom le dijo que Raymond Chandler era muy parecido al escritor, y para ello le recomendó que leyera El sueño eterno.
El problema era que esta sería la primera incursión de Chandler en el cine y era, en este sentido, bastante ingenuo. Es más, cuando le entregó al realizador el primer borrador del guión, lo tiró directamente contra la pared y le espetó: "Es una mierda, señor Chandler."
Desde ese preciso instante, Billy Wilder tomó bajo su tutela al escritor, y emplearían unos cuatro meses para terminar el guión encerrados en el despacho de Wilder en las oficinas de la Paramount... acabaron por convertirse en una pareja infernal, y fueron sus personalidades lo que chocaron de inmediato: Billy era entusiasta, divertido, gracioso; Raymond todo lo contrario. Además, Wilder bebía mucho alcohol y Chandler era una alcohólico rehabilitado... esta colaboración le hizo volver a la bebida.

Wilder no paraba de andar por el despacho para meditar las escenas mientras sujetaba un bastón, algo que sacaba de quicio a su colaborador. Un día, Chandler fue a ver a uno de los directivos del estudio con la intención de dimitir y elaboró una lista de quejas, algunas de ellas muy divertidas, como por ejemplo, la que decía que le molestaba que Wilder llevara sombrero.

Pese a todo, sacaron adelante la que a de día de hoy, y según los críticos y estudiosos de cine en general, y Wilder en particular, es una de sus mejores películas.



Billy Wilder y Barbara Stanwyck.



Desde el principio Wilder insistió, la señora Dietrichson sería interpretada por Barbara Stanwyck (que en estos momentos, era la actriz mejor pagada de Hollywood). De hecho, la mujer mejor pagada de Estados Unidos. A eso hemos de sumarle el encanto sexual que desprendía... y el resultado es una gran estrella.
Sin embargo ella no estaba por la labor de participar en esta película: "No puedo hacer de asesina. Esto matará mi carrera." a lo que Wilder le replicó: "Oye, ¿eres una actriz o un ratón?" .

Y la siguiente cuestión no fue menos complicada, ya que nadie quería interpretar a Walter Neff. "Sólo hago comedias junto a Claudette Colbert" le dijo Fred McMurray cuando Billy Wilder se entrevistó con él, pero el director quería que estuviera en la cinta, ya que daba el perfil del personaje: este actor era capaz de dibujar interpretaciones de tipos que podía ir desde el más decente al más cínico. Su interpretación y forma de actuar es decisiva, pues es capaz de subvertir la capacidad y el instinto asesino.
Y resulta curioso que al final te caiga bien su personaje, todo lo contrario que la pérfida señora Dietrichson.



No hay que menospreciar a un secundario de lujo, Edward G. Robinson, cuyo personaje tiene un montón de monólogos... todos ellos clavados a la perfección.



Pero esta película no tiene únicamente buenos actores, también tiene una excelente fotografía, firmada por John F. Seitz. Básicamente jugó con las luces y las sombras para crear una ambiente y una dinámica que ayudar al espectador a habituarse al ritmo que marcaban el guión y las interpretaciones.
Otra genialdad son las texturas de la luz, por ejemplo, cuando Neff llega por primera vez a la casa de los señores Dietrichson puede verse como flotan en el aire partículas de polvo (echó polvo de aluminio en el set de rodaje) y las cortinas venecianas crean un efecto de luz que hace simular una cárcel. También priman mucho largas escenas en una oscuridad casi absoluta... y esa es la quintaesencia del género noir.

Además, en esta época el color comenzaba a llamar la atención de productores, ejecutivos y público como algo novedoso, por lo que los partidarios del b/n no hacían otra cosa que potenciar aún más las virtudes de esta textura para que ayudados por ello, las luces y sombras contaran la historia.



La casa en la que se rodó parte del film, de estilo colonial español, sigue en pie hoy día, y no sólo usaron la fachada: también la puerta, el hall y la escalera, en la que tiene lugar una de las escenas más memorables de la cinta: cuando Barbara Stanwyck aparece con su toalla tras tomar un "baño de Sol"... esa entrada es inolvidable, envuelta en su toalla, con la pulsera en el tobillo... en el libro Cain le hace bajar por las escaleras llevando un pijama interior, si embargo Wilder prefirió envolverla en una toalla y dejarla en la parte de arriba de la casa, así como hacerla aparecer tras una cortina, pequeñas diferencias y toques visuales para aumentar de este modo su poder de seducción. Esa entrada define al personaje.

Otros atractivos de la película son el vestuario y la peluqueria y maquillaje, y lo más llamativo son los labios de la protagonista y la peluca rubia que lleva puesta... Wilder quería así plasmar que tenía un exterior tan falso como su interior. Toda una femme fatale.
El detalle de la peluca es curioso: Barbara y Billy fueron juntos a comprar la peluca y cuando vieron la que finalmente ella llevaría puesta, Stanwyck le dijo que era muy barata, a lo que él le respondió que su persnaje era una mujer fácil y por tanto esa era la opción ideal.

Otra curiosidad del rodaje la encontramos en la escena siguiente a la del asesinato: cuando los dos protagonistas se marchan de la escena del crimen y se montan en el coche éste no arranca y da la sensación de que los van a pillar ; Fred McMurray le dijo al director que esa escena no funcionaría y que aburriría al público. Hoy día vemos en cualquier película de suspense este tipo de situaciones, pero hasta el rodaje de esta cinta, no se había visto ninguna escena igual.



Muchas historias policíacas se basan en el asesinato y en el homicidio; en la sexualidad, transmiten temperamento y hacen subir la temperatura. Aquí todo ello debía desaparecer, o bien hacerlo aparecer de la forma menos explícita posible, porque en la novela básicamente encontramos a un fornicador nato y a una adúltera como eje central, pero a ello hemos de añadirle que son dos asesinos. Y en tercer lugar, la película explica cómo llevar adelante un crimen perfecto... y la censura entró en escena. Sin embargo, decirle a Billy Wilder que no podía hacer ua cosa era como ponerle a un toro un capote, reaccionaría de inmediato, ¿cómo? plagando la película de diálogos de doble sentido, así como otros pequeños detalles que llegan al subconsciente del espectador. La más acorde con esto es la escena en que Phyllis acude de noche a la casa de Neff para planear el asesinato, hablan de lo que van a hacer y el modo en que lo llevarán a cabo, a continuación se recuestan en el sofá y se besan. Se producen entonces un corte. Después aparecen él tumbado en el sofá fumando un cigarrillo en una actitud bastante relajada y ella retocándose el maquillaje, no es muy difícil sacar en claro que acaban de hacer el amor.



Es posible que la censura mejorara la película, ya que la manera de mostrar el asesinato era que ocurriera en la mente de cada espectador. Hubiera sido gratuito una visión explícita y visceral del asesinato, y hubiera terminado por converitrse en una de tantas y tantas pelis de serie B totalmente prescindibles; pero en cambio vemos a Barbara Stanwyck conduciendo el coche, con una cara de satisfacción increíblemente sutil y con una expresión de alegría contenida difícilmente mejorable. Maravillosa.

Era totalmente imposible que en el año 1943, cuando se rodaba la película, el código moral imperante permitiera un final como el plasmado en la novela de Cain: un doble suicidio. El Código Hays no permitía un suicidio como forma de resolución de una trama. Rodaron dos finales: el que se ve en la cinta, y otro en el que se ve al protagonista entrar en la cámara de gas, pero no se incorporó a la totalidad del film porque en los pases previos todo el mundo quedó horrorizado por semejante final.
No sé como sería ese final, lo que sí puedo afirmar es que el final que podemos ver en la película es totalmente desgarrador, una especie de coda final.



Y llegamos al estreno. En esa misma época se estrenaba la cinta de Selznick Desde que te fuiste , su gran película para ese año. El eslogan usado para promocionarla era "Desde que te fuiste, las palabras más famosas desde 'Lo que el viento se llevó', que también fue producida por él en el año 39. Wilder odiaba toda esa pompa, y comenzó a anunciar su película por su cuenta: "Perdición, la palabra más importante en el cine desde 'Lirios rotos', la película más impotante de Griffith". A Selznick se lo llevaron los demonios en ese instante y pensó en demandarlo, pero entonces Hitchcock sacó otro eslogan: "Desde 'Perdición', las palabras más famosas en el cine son Billy Wilder", un comentario maravilloso. Y es que hay mucho del director inglés en Double indemnity . Sus compañeros sabían lo que el austro-húngaro había hecho, y también sabían que había abierto muchas puertas para hacer este tipo de cosas.

La crítica alabó a Wilder, pero para quien tuvieron más elogios fue para la interpretación de Barbara Stanwyck. También les asombró mucho (para bien) Fred McMurray.



Y llegaron los Oscars, y a pesar de que la película optaba a siete estatuillas doradas, Wilder tenía miedo de la cinta Siguiedo mi camino, que era la gran apuesta de la Paramount para ese año, y temía que se dividiesen los votos. Y las cábalas del director se cumplieron Siguiendo mi camino comenzó a sumar galardones, uno tras otro...
Y si ahora ves las dos cintas piensas, ¿en qué pensaban? Siguiendo mi camino es una buena peli, pero ni punto de comparación con Perdición.

Pese a todo, las expectartivas de éxito de Wilder se vieron superadas: Billy siempre se quejó de ser considerado alguien de segunda, por debajo de Hitchcock, Hawks o Ford, ahora era considerado por todos ellos y el resto de la profesión como uno de las cabezas visibles más importantes del cine.
Tras esta pélícula, Chandler abandonó el cine, a pesar de que Paramount le ofrecía más de dos mil dólares semanales. Billy Wilder, en su siguiente película, Días sin huella, reflejó a Chandler desde fuera. Los Oscars que no ganó por Perdición los ganó en Días sin huella. El escritor le respondió con una serie de escritos incendiarios que iban contra la situación de los guionistas en Hollywood, y de forma implícita contra Wilder.
En cuanto a Fred McMurray, continuó interpretando papeles en películas familiares y comedias ligeras, e hizo televisión, por tanto esta cinta sirvió para perpetuarlo en la historia cinematográfica. La que más ganó tras este film fue Stanwyck, que se afianzó como una de las grandes figuras de la década y amplió su registro. Se convirtió en la reina del cine negro, siendo muy complicado llegar a superarla.



"Lo hice todo por dinero. Lo hice todo por una mujer. No conseguí el dinero. No conseguí a la mujer." Walter Neff (Fred McMurray).




FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO, Y QUE EN 2011 TODOS VUESTROS SUEÑOS SE HAGAN REALIDAD.
Hasta la próxima entrada corazones.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Caballero Sin Espada (Mr. Smith Goes To Washington) 1939




"Caprada".

No se me ocurre otra forma más tajante de definir esta obra maestra del maestro Frank Capra, valga la redundancia. Cine de principios y de valores, cine de Capra por derecho propio.

Un senador de Washington muere repentinamente. Hay que buscar un sustituto inmediatamente, un sustituto que no haga preguntas, que vote y haga lo que se le diga, una marioneta al fin y al cabo. El elegido es Jefferson Smith (James Stewart), un joven ingenuo que dirige un grupo de exploradores.

El joven Smith llega a Washington como senador y propone una ley que propugna la creación de un campamento nacional de muchachos. Pero el terreno en el que propone que se levante el campamento es el mismo que han elegido los políticos para su proyecto personal en beneficio propio.


Capra nos lleva por la pelicula de la mano de Stewart para mostrarnos a través de los ojos de éste la fe en el sistema político, primero y el desengaño después. Al principio puede parecer una película excesivamente patriotica, pero creo que todas esas imágenes de banderas y estatuas de Lincoln son necesarias para entender el mensaje de la película que, lejos de ser una apología de las virtudes del sistema de gobierno estadounidense, es una ácida crítica al mismo y a la corrupción que se teje dentro de sus redes. Tan crítica que muchos pensaron que no debía estrenarse al borde de la guerra.

Sólo teneis que ver el trailer original para ver como evade el tema principal de la pelicula. Nada que ver.



Jane Arthur en el papel de secretaria del senador Smith es el cerebro pensante del tándem. La experiencia es un grado y la suya en política es crucial para el desarrollo de los acontecimientos.
Arthur es casi la otra mitad de la pelicula. Realiza un trabajo magnífico. No había visto mucho de ésta actriz y creo que habrá que hacer algo al respecto.


Jefferson Smith es acusado de querer quedarse con las donaciones de los niños para el campamento, es víctima de la falsificación de su firma en documentos que nunca ha visto. Pero, ¿que puedes hacer cuando hasta los periodicos están comprados por un tirano, el jefe del partido, Jim Taylor? (Edward Arnold). Crucial la escena en la que los hombres de Taylor atropellan literalmente con su camioneta a una carreta de niños que intentan difundir el pequeño periodico local de Smith y en el que se cuenta toda la verdad.


Gracias a una ténica de obstruccionismo parlamentario, el filibusterismo, mediante la cual se pretende bloquear una ley o un acto legislativo mediante un discurso de larga duración, Smith logra que se le escuche. El congresista tiene la palabra mientras que no se siente o no se detenga su discurso.


Jimmy Stewart realiza una de las mejores interpretaciones que he visto nunca. La pelicula le debe mucho a Stewart, sin desmerecer a Capra ni a los demás actores y actrices. Porque hay una linea muy delgada entre lo simpático y lo rídiculo (como los discursos patrióticos) y Jimmy lo hace no sólo simpático sino también conmovedor, o entre una escena larga y una escena pesada y sobrecargada y Jimmy consigue una escena larga, interesante, dramática y divertida a la vez. El trabajo de Stewart es sublime, de esos que son capaces de hacer unos pocos elegidos.


Mención especial también merece Claude Rains en el papel del senador Joseph Paine, un hombre que cree en el sistema estadounidense pero que finalmente se ha dejado seducir por un sistema corrupto. Se encuentra entre la espada y la pared, el jefe de partido, Taylor, que representa la autoridad y el poder y lo que parece que le recuerda a él cuando era aún joven e idealista, Jefferson Smith. En el fondo le aprecia, pero tiene mucho en juego.



Si no la habeis visto no se a que estais esperando. Y un consejo, mejor verla en versión original subtitulada. El doblaje de Jimmy Stewart es realmente pésimo.

Y ya que en la votación que hicimos sobre quien era vuestro actor favorito Jimmy Stewart obtuvo el primer puesto y la ocasión lo merece, os dejo con este video de 21 Classic Movies sobre el actor. Sólo dura cinco minutos y merece la pena. Que tengais un buen fin de semana. Un saludo.