Gente Maja

miércoles, 25 de abril de 2012

Ser O No Ser (1942) y la trágica pérdida de Carole Lombard.




Supongo que la reacción más común cuando se empieza a ver Ser O No Ser, ésta comedia, o sátira, de 1942, es volver a mirar el año en que se hizo la película. Porque, al igual que hizo Chaplin con El Gran Dictador dos años antes, Lubitsch realiza en ésta película una sátira del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.


No era la primera vez que Lubitsch metía el dedo en el ojo a una ideología o régimen político. Ya en 1939 realizó una sátira del comunismo y del capitalismo con Ninotchka. No en vano, Ernst Lutbitsch nació en Alemania, pero tenía nacionalidad Rusa y más tarde se nacionalizó Estadounidense, con lo cual conoció muy de primera mano algunas de las principales potencias del nazismo, comunismo y capitalismo, respectivamente. 




Es innegable que para realizar una comedia de algo con tan poca gracia como el nazismo y la invasión de Polonia hay que tener un talento descomunal. No obstante, su obra se caracteriza por el llamado "toque Lubitsch", el cual se usaba para saltarse la censura, incluso después de la muerte del genio.

Fue supervisor de la Paramount, posición que aprovechó para darle una oportunidad a jóvenes promesas que huían del antisemitismo nazi, como Otto Preminger y Billy Wilder.



Se considera el fundador  de la "comedia sofisticada". Legado que después heredaría Billy Wilder, que tuvo la ocasión de trabajar con Lubitsch en la Paramount, en el guión de la anteriormente mencionada, Ninotchka. De echo, cuando Lubitsch murió, Wilder dijo:  "Nos hemos quedado sin Lubitsch. Peor aún, nos hemos quedado sin las películas de Lubitsch".

Hasta tal punto llegaba la admiración de Wilder por su colega y mentor que en su despacho tenía colgado un cuadro en el que cual se podía leer: "¿Como lo haría Lubitsch?"


Me considero una fan incondicional de la obra de Wilder, pero estoy descubriendo la obra de Lubitsch y reconozco que tenía algo que le falta a la obra del primero. Algo que estaba un escalón más arriba y que yo describiría como un elegante desconcierto. Sobre todo al comienzo, las películas de Lubitsch desconciertan, empiezan con una broma tan sutil y brillante que te deja predispuesto a amar el resto de la película desde el principio. 


Os reproduzco el comienzo de Ser o No Ser:

"Estamos en Varsovia, la capital de Polonia. Es agosto de 1939. Europa aún está en paz. De momento, la vida en Varsovia continúa tan normal como siempre pero, de repente, parece haber ocurrido algo. ¿Están viendo un fantasma estos polacos?, ¿por qué se ha detenido de repente ese automóvil? Todos miran atónitos la misma dirección. La gente parece asustada, aterrorizada. ¿Puede ser cierto? El hombre del bigotito es.... ¡Hitler! (vemos a Hitler entre una multitud desconcertada) ¿Adolf Hitler en Varsovia cuando los dos países aún están en paz? ¿Y totalmente solo? Parece extrañamente despreocupado por toda la expectación que ha despertado. (se acerca a una pastelería) ¿Está interesado por los manjares del señor Maslowski? Eso es imposible... él es vegetariano y, sin embargo, no siempre se atiene a su dieta. A veces se traga países enteros. ¿Acaso quiere zamparse a Polonia también? En cualquier caso... ¿cómo ha llegado hasta aquí? ¿Qué ha ocurrido? Todo empezó en el cuartel general de la Gestapo en Berlín...





Lubitsch nos sitúa en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, donde un grupo de actores de la resistencia, se verá obligado a interpretar papeles inesperados para engañar al enemigo. 

Esta maravilla se estrenó en 1942 y creó una gran controversia por contratar actores polacos para burlarse de los criminales nazis, en una película que alentaba claramente a que los ciudadanos polacos les perdieran el miedo y el respeto. 

Una comedia llena de diálogos de un ingenio brutal y una valentía aún mayor, donde los personajes nazis son personajillos sin inteligencia, marionetas ridículas.


El matrimonio que está al mando del grupo de teatro son Joseph y María Tura (Jacky Benny y Carole Lombard




Ambos demuestran un gran talento para la comedia que, por muy distintos motivos, no llegaron a desarrollar demasiado en el cine. 

En el caso de Jacky Benny, desarrolló más su faceta cómica en radio y televisión. 


Carole Lombard, que prometía ser una actriz con el carisma de Marlene Dietrich y la vis cómica de Irene Dunne o Jane Arthur, murió antes de que la película se estrenase. 


Finalizado el rodaje en diciembre de 1941, justo cuando Estados Unidos entraba en la Segunda Guerra Mundial y tras el ataque a Pearl Harbor, el gobierno pidió a los actores americanos más importantes que colaboraran con la causa. Carole fue a Indiana a vender bonos de guerra. 

El 16 de enero de 1942, cuando regresaban a California, Carole, su representante y otras 20 personas fallecieron cuando el avión cayó en las afueras de Nevada, a los 33 años, dejando viudo a Clark Gable. Una auténtica desgracia personal y cinematográfica.




Después del trágico accidente, se modificaron algunos diálogos de la película como, por ejemplo, cuando Carole Lombard dice "¿Que te puede pasar en un avión?".


No era la primera vez que Lombard sufría un accidente. En 1926 sufrió un grave accidente de coche que le dejó una cicatriz en la parte izquierda de la cara. Cuando se recuperó, la Fox rescindió su contrato. 




Digo poco de la película, es cierto, pero es que quiero contaros lo menos posible, para que la descubráis y disfrutéis como yo. A los que aún no conocen a Lubitsch y disfrutan con el cine de Wilder, les encantará.

Una comedia gigantesca, una obra maestra, una parodia antinazi insuperable, con permiso de El Gran Dictador y de San Chaplin, por supuesto. 



Saludos.