Gente Maja

lunes, 23 de enero de 2012

La ley del silencio (On the waterfront, 1954)




El ex-boxeador Terry Malloy (Marlon Brando) podría haber sido un serio aspirante al título, pero se ve obligado a buscarse la vida trabajando para Jonnhy Friendly (Lee J. Cobb), el jefe de la conflictiva banda de gangsters de la ciudad.
Cuando dos de los matones de Friendly asesinan brutalmente a un hombre, Terry comienza a sentirse culpable con la vida que lleva, iniciando ua peligrosa carrera para derrocar al imperio del hampa.





La ley del silencio es uno de los títulos más incómodos de entre toda la iconografía del cine estadounidense. Triunfador en el momento de su estreno y vencedor en 1955 en la gala de los Oscars (alzándose con 8 premios, entre ellos, Mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actor principal), nunca ha podido disipar la consideración de las circunstancias y motivos subyacentes a la gestación de la película, como la delación que protagonizó Elia Kazan en la famosa "Caza de brujas" de McCarthy, y que tuvo que sobrellevar toda su vida.

Una mirada desprejuiciada a esta película, dejará ver que se trata de un producto cinematográfico que basa su credibilidad en la atmósfera y en la labor de sus actores (especialmente Brando). El film de Kazan se desarrolla en un ambiente lúgubre, en los muelles de Nueva York, y allí encontramos a hombres embrutecidos y cansados que conviven en un ambiente obrero donde la mujer queda resignada al hogar. El peso de los sindicatos es abrumador y todos los resortes están en manos de Jonnhy Friendly, un mafioso con su pequeña "corte" de gangsters, entre los cuales destaca Charley Malloy (Rod Steiger).





La película se inicia con la muerte de un joven delator que ha accedido a la terraza de su vivienda por mediación de Terry Malloy (Brando), una persona carente de personalidad y que a raíz de ello sufre una crisis personal en la que jugará un importante papel su relación con Edie Doyle (Eva Marie Saint), hermana del asesinado. Tras otra serie de trágicos sucesos, se dará cuenta de todo y alcanzará la dignidad y la convicción necesarias para erigirse como portavoz de la banda de gansters.





La mayoría de los personajes desprenden una sensación "de verdad", una intensidad pocas veces encontrada en el cine. En declaraciones posteriores, el realizador destacó siempre la sinceridad de la relación entre los personajes de Brando y Saint, o la escena en el interior del taxi de los hermanos Malloy, cuyas dificultades de producción revirtieron en la intensidad del resultado.

No cabe pues duda de que La ley del silencio es uno de los mejores ejemplos del talento de Marlon Brando y contiene los elementos que forjaron su mito e hicieron que ganara su primer Oscar (que no rechazó, como 15 años más tarde haría con el que ganó por El padrino). Aquí realiza un trabajo magnífico, sincero y sensible, con personaje hondo y bien delimitado.

El resto del reparto no es menos destacable: Eva Marie Saint, que logró el Oscar a la mejor actriz de reparto; Karl Malden como el padre Barry, una interpretación poderosa; Rod Steiger, enérgico y sentimental; y Lee J. Cobb, rotundo, espléndido.




Arriba, Marlon Brando y Lee J. Cobb, abajo, Karl Malden y Eva Marie Saint.




Al ver esta película resulta difícil no acordarse de la situación en la que se vio envuelto Elia Kazan al colaborar con el Comité de actividades anti-americanas, y que vio como su prestigio fue a menos. El caso es que colaboró y dio los nombres de compañeros que pertenecían al partido comunista (al que él mismo perteneció en sus años teatrales), y se dice que esta película es una controvertida alegoría que el realizador de origen turco hizo para justificar su modo de obrar en la famosa "Caza de Brujas".






La escena de la discusión entre los hermanos Malloy en la parte trasera del coche (las dos fotos de arriba) es de las más memorables del cine, y en la película Toro salvaje, Robert de Niro hace referencia a ella en un monólogo al final de la película.






Y para finalizar, aquí os dejo esta divertida foto de Karl Malden y Marlon Brando bromeando durante el rodaje de La ley del silencio.



... y esta otra de la gala de los Oscar, en la que vemos a los actores galardonados por sus interpretaciones como actores principales: los guapísimos Marlon Brando (La ley del silencio) y Grace Kelly (La angustia de vivir).



Hasta la próxima entrada corazones.

martes, 10 de enero de 2012

Please, be silent. (The Artist, 2011)


Después de una larga pausa navideña volvemos para felicitaros el año (un poco tarde) y, como no, con más cine. Feliz 2012 y que éste año venga cargado de buen cine y alguna que otra sorpresa, como la que nos dio el pasado año la película, The Artist.

No es habitual que en éste blog hablemos de una película de actualidad (más que no habitual, digamos que nunca lo hemos hecho =P) pero tampoco es habitual que se estrenase en 2011 en los cines una película muda al más puro estilo años 20.






1927, el actor George Valentin (¿homenaje a Valentino?) (Jean Dujardin) está en la cumbre de su carrera como actor de cine mudo pero la llegada del cine sonoro será el fin de su carrera artística y su ruina moral y económica.
Mientras tanto, una de las que fuera extra en una de sus películas, Peppy Miller (Bérénice Bejo) ascenderá al estatus de estrella.


Nos encontramos ante un proyecto arriesgado. Tan arriesgado que nada menos que ocho productoras han sido necesarias para respaldar esta magnífica película. Y es que en la era de los efectos especiales, no es nada fácil conseguir que entre veinte opciones, si no más, que nos da un multicine, todas ellas películas sonoras, en color, algunas animadas, otras con efectos especiales, alguna que otra en 3D, decidamos entrar a ver la única película muda y en blanco y negro.


Reconozco que hasta yo, que soy una friki de éste tipo de cine, tenía mis reservas. Ser una friki del cine clásico no significa que te guste todo. Y algunas películas mudas que he visto me han aburrido soberanamente hasta el punto de tener que quitarlas después de despertarme de un sueño exquisito.


Pero con The Artist no he tenido tiempo de pensar en cuánto le quedará a la película, porque no me importaba. Estaba demasiado dentro de la historia, demasiado dentro de la banda sonora y de las historias de los personajes. The Artist es una historia de amor, de éxito, de fracaso, de miseria, de orgullo... También es un homenaje al cine mudo y a todos los que lo protagonizaron, algunos con más fortuna que otros, porque fueron pocos, muy pocos, los que sobrevivieron al cine sonoro.





Llena de momentos brillantes, que acompañados de una banda sonora creada por Ludovic Bource alcanza un punto mágico que sabes que no es de ésta época. Momentos especiales a los que no estamos acostumbrados, mal que nos pese.




Jean Dujardin nos recuerda a aquellos galanes del cine mudo, hasta el punto en que una ya no se lo imagina en una película actual. Mejor dicho, que una ya no se lo imagina del mundo actual. Y tengo que reconocer, a riesgo de que penséis que soy retrasada, que había visto a Jean Dujardin en Pequeñas Mentiras Sin Importancia y no sabía que era él. De hecho, acabo de descubrirlo.



Aunque la caracterización es importante, me atrevería a decir, que Jean Dujardin ha trabajado hasta la sonrisa. Pero eso ya es pura especulación de la casa.


Como sabéis, los actores del cine mudo gesticulaban mucho más que los actores del cine sonoro, pues la expresión era fundamental, junto con la música. Al ser The Artist una película que nos cuenta la historia de un actor de cine en los años 20/30, vemos a George Valentin dentro y fuera de la pantalla y se aprecia la diferencia perfectamente. Esos gestos y aspavientos exagerados, como los famosos desmayos repentinos con mano en la frente.

Los pocos actores y actrices que lograron sobrevivir al cine mudo, no se desprendieron fácilmente de ese "lastre". Algunos, simplemente, no se desprendieron. Dujardin y Bejo hacen un trabajo más que digno.




Mención especial para John Goodman, el único veterano de la película, que encarna al productor sanguijuela.



La banda sonora es brillante. Contiene toda la gama de emociones de la A a la Z. Sin duda, la película le debe mucho a ésta formidable música, obra de Ludovic Bource. 




Aquí huele a Oscar, que lo sepas, John Williams.


Guión y dirección a cargo de Michel Hazanavicius, nombre que volveremos oír muy pronto en este año en que se estrenará su nueva pelicula, Les Infidèles. Pero que nadie se espere algo al estilo The Artist. Al parecer, se trata de una comedia sexual/romántica. Habrá que esperar a verla. Si algo nos enseña el cine es a esperar antes de hablar.


Por ahora, nos quedamos con el sabor dulce de The Artist y todos sus merecidos premios:

Globos de Oro: 6 nominaciones, incluyendo película comedia/musical, director y actor
- Festival de Cannes: Mejor actor (Jean Dujardin)
- Festival de San Sebastián: Premio del público

- Festival de Hampton: Mejor película (Premio del público)

- Festival de Sevilla: Premio del público

- Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película y director

- Premios del Cine Europeo: Mejor banda sonora. 4 nom., incluyendo mejor película

- Independent Spirit Awards: 5 nominaciones, incluyendo mejor película y director

- Satellite Awards: Mejor dirección artística. 5 nominaciones, incluyendo mejor película

- Premios de la Crítica de Washington (WAFCA): Mejor película

- Screen Actors Guild: 3 nominaciones. Actor, Actriz secundaria y reparto

- Premios Goya: Nominada a Mejor película europea



Y por último y para crear un poco de debate, os pregunto, ya hayáis visto la película o no: ¿os parece novedoso hacer este tipo de cine en nuestra época o creéis que el pasado debe quedarse en el pasado?






Saludos y abrazos.