Gente Maja

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, 1939)




Es difícil hacer una entrada dedicada a esta película, ¿cómo describir algo que es ya archi-conocido por todos? páginas y páginas web contiene información de uno de los CLÁSICOS (efectivamente, con mayúscula) del cine.
Llevo mucho tiempo pensando y re-pensando esta entrada, dado su fama y categoría, quería hacer una entrada digna de tal obra de arte.
Así, desde este mi humilde espacio, paso a dar mi punto de vista de la que probablemente, sea la película más vista de la historia del cine.







Lo que el viento se llevó es más que una película, pues antes de empezar a rodar se convirtió en leyenda y con el paso del tiempo ha ocupado un lugar de preferencia, mucho más allá de críticas o modas.

Nos encontramos, pues, ante una de las más famosas películas de la historia del cine. Basada en la novela de Margaret Mitchell, y ganadora del Premio Pulitzer; su rodaje duró 125 días y supuso cambios muy importantes en la técnica cinematográfica, siendo en su día, la película más larga jamás rodada.
Este romance épico, considerado el primer prototipo de súper-producción de Hollywood, fue nominada a 13 Oscars, se alzó con 8 estatuillas doradas más tres premios honoríficos. resultó vencedora en las categorías de: Mejor película, Mejor director (Fleming), Mejor actriz principal (Vivien Leigh), Mejor actriz de reparto (Hattie McDaniel, la inolvidable y entrañable "Mami"), Mejor guión adaptado (Sidney Howard), Mejor dirección artística, Mejor fotografía y Mejor montaje; y resultó nominada en los apartados de Mejor actor principal (Clark Gable), Mejor actriz de reparto (Olivia de Havilland), Efectos visuales, BSO y Mejor sonido.
En cuanto a los galardones honoríficos, son: Irving Thalberg Memorial (para David O. Selznick), Oscar honorífico, para William Cameron Menzies, y el Technical Achievement Award, para la Selznick International Pictures y Don Musgrave.





Esta epopeya sureña cuenta la vida de sus protagonistas antes, durante y después de la Guerra de Secesión:

Sur de Estados Unidos, mediados del siglo XIX: la Guerra de Secesión está a punto de estallar y los jóvenes parecen no hablar de otra cosa. Sin embargo, la joven caprichosa y vanidosa Scarlett O'Hara (Vivien Leigh), la más bella de la región, únicamente piensa en Ashley (Leslie Howard) y en cómo conquistarlo, pero él está prometido con la dulce Melania (Olivia de Havilland).
Aunque el olor a guerra se puede notar en el ambiente, corren tiempos felices aún en Tara y en todo el viejo sur, y en una fiesta Rhett Butler, un arrogante vividor (Clark Gable) se cruza en el camino de Scarlett.
Pronto, la felicidad y deseos de los protagonistas se ve truncada ante el inminente anuncio del comienzo de la guerra y la llamada a filas de todos los hombres.





Cuando el libro se convirtió en un éxito de ventas, David O. Selznick compró los derechos de la obra (por 50.000 dólares de la época). Estaba entusiasmado con la idea de llevar la novela al cine, sin embargo la puesta en marcha del rodaje le dio más de un quebradero de cabeza, empezando porque sería tan costosa que ningún estudio estaba por la labor de hacerse cargo. En estas, Jack Hay Whitney, presidente del consejo de administración de Selznick International Pictures dio su visto bueno, a pesar de la opinión de cualquier gran estudio. No fue el peor obstáculo: hasta ¡5! directores pasaron por la silla de dirección: el primero fue George Cukor, que pronto fue despedido por las continuas peleas con Clark Gable, a continuación Víctor Fleming, que cuando se le avisó aún se encontraba en medio del rodaje de El Mago de Oz, pero tras unas semanas de rodaje cayó enfermo y tuvo que ser sustituido por Sam Wood. Debido a otros avatares, Reeves Eason y William Cameron Menzies también se pusieron al frente del film. A pesar de todo, y dado que la mayor parte del metraje corre a cargo de Víctor Fleming, él es el único que figura en los créditos.

De haberse llevado a cabo la película tal y como se tenía concebida en un principio, hubiesen sido necesarias 6 horas de película. Cuando cayó en las manos de Víctor Fleming el primer manuscrito del guión, quedó totalmente disgustado, por lo que se encerró con Ben Hecht durante cinco días en un despacho hasta que no moldeó el guión a su gusto. Sin embargo Hecht no aparece tampoco en los títulos de crédito, al igual que Jo Swerling, Oliver Garrett, Scott Fitzgerald o John Van Drutten.
El guión final quedó a cargo de la propia autora de la novela y de Sidney Howard.










Respecto al director, George Cukor estuvo dos años en la pre-producción, y al cabo de dos semanas fue despedido. Las que más sufrieron la pérdida fueron Vivien Leigh y Olivia de Havilland, que suplicaron a David O. Selznick que no le cesara: la primera, porque le ayudó a preparar y estudiar el personaje hasta el último milímetro, la segunda, porque consiguió el papel gracias a él. Eso sí, el director continuó trabajando con ellas en la sombra, ayudando a los dos actrices a pulir aún más sus personajes.




Prueba de cámara de Olivia de Havilland y Vivien Leigh.



Ríos de tinta han corrido acerca del despido de Cukor... lo cierto es que Clark Gable no tragaba al director, pero los motivos principales fueron el guión y el sueldo, según consta en una carta entre Susan Myrick y Margaret Mitchell.




Como ya he dicho más arriba, el rodaje duró 125 días, pero para la elección de la actriz principal se precisaron ¡dos años de casting! David O. Selznick parecía no encontrar la actriz que diera el perfil de Escarlata O'Hara, y fueron muchas las actrices en las que se pensó y muchas más las que hicieron las pruebas de cámara.







En un primer momento, esta fue la lista por orden de preferencia:

- Miriam Hopkins (era la favorita de la autora de la novela);
- Katharine Hepburn;
- Bette Davis;
- Joan Crawford;
- Tallullah Bankhead;
- Margaret Sullavan;
- Norma Shearer;
- Barbara Stanwyck;
- Paulette Goddard;

Otras actrices destacables son: Olivia de Havilland (en el puesto 12), Jean Arthur (en el 14), Claudette Colbert (17), Irene Dunne (18) o Helen Hayes (22).
La cuestión era que aunque las actrices quisieran participar en la película y los productores estaban de acuerdo, los estudios bajo los cuales tenían su contrato no lo pusieron fácil para cederlas (como pasó, por ejemplo, con Bette Davis), y otras disponibles, no convencieron a los productores.

Miriam Hopkins era la preferida de Margaret Mitchell pero había un pequeño problema con ella: tenía 35 años y no daba el perfil de una jovencita sureña caprichosa y egoísta. Metidos ya en diciembre del 38, sólo tres actrices resistieron los casting: Jean Arthur, Joan Bennett y Paulette Goddard, pero únicamente las dos últimas pasaron las pruebas de cámara en technicolor... se dice que varios centenares de actrices intentaron hacerse con el papel femenino más codiciado de la historia del cine.

Y justo cuando David O. estaba a punto de anunciar a bombo y platillo a Paulette Goddard, una joven Vivien Leigh se cruzó en su camino y lo tuvo claro: ninguna actriz daba el perfil de Scarlett O'Hara, ella era la única.

Myron Selznick, hermano de David, los presentó. Se reunieron por primera vez el 10 de diciembre de 1938, justo la noche en que se iban a quemar los decorados de la película King Kong para realizar la escena del incendio de Atlanta, una de las más importantes de la película, y ante las llamas, el humo y el fuego todo encajó: ella era la mejor opción.

La elección se hizo oficial el 13 de enero de 1939. Se gestaba la leyenda.





Todas estas vicisitudes para la elección del papel protagónico femenino, contrastan con la del protagonista masculino, pues desde el principio se tuvo claro: ese papel sólo podía ser interpretado por Clark Gable (aunque sonaron con fuerza rumores acerca de que Rhett Butler sería interpretado por Gary Cooper).




Respecto a Leslie Howard, contaba ya con 46 años, por lo que en un principio rechazó el papel de Ashley, pero David O. sabía que lo que ansiaba el actor era convertirse en productor, por lo que se comprometió a que le ayudaría a producir y protagonizar la película Intermezzo, junto a una jovencísima y desconocida Ingrid Bergman.




Como curiosidad, cabe aquí citar la proposición de Warner Brothers: un paquete en el que se incluía a Bette Davis, Errol Flynn y Olivia de Havilland, a cambio de los derechos de distribución.







Con todo esto, no es de extrañar que la prensa siguiera muy de cerca todos los entresijos de pre-producción y preparación de la película y ya en sí el propio rodaje cuando empezó, lo que alimentó el morbo de periodistas, críticos y público, siendo una gran estrategia de marketing (lo que no sabemos es si se hizo a posta o no) que hizo que durante dos años estuvieran en boca de todos y creara mucha espectación a lo largo y ancho de Estados Unidos.




Los dos amores de Escarlata O'Hara.



Abajo, la dulce Melita.





"Francamente querida, me importa un bledo", esta frase que le dedica Rhett Butler a Escarlata O'Hara es una de las más populares del cine, elegida por la AFI como la más memorable.
"Frankly my dear, I don't give a damn" estuvo a punto de no pasar la censura, pues la palabra "bledo" encendió a los censores. Se dice que David O. Sleznick pagó 5.000 dólares de multa a la Motion Pictures por emplearla. Pero la realidad es que el 1 de noviembre del 39, el organismo responsable del Código Hays aprobó un decreto en el que se decía que palabras como "damn" o "hell" podrían usarse siempre y cuando "su uso sea esencial y necesario para la representación, el contexto o alguna escena o diálogo basado en hechos históricos o folclóricos, (...) o una cita literaria, siempre y cuando no ofenda al buen gusto".

En España, la frase se tradujo como "Francamente querida, eso no me importa".






Lo que el viento se llevó se estrenó en Atlanta el 15 de diciembre de 1939, y con motivo de tal celebración se decretaron tres días de fiesta en la ciudad, acudiendo a la cita no solo los protagonistas y productores, también Margaret Mitchell, Carole Lombard o Laurence Olivier. Como contrapunto, los actores de raza negra no fueron invitados, quedando excluidos del evento.

Y es que diversos movimientos en pro de los derechos civiles critican la visión idílica que se da en la película de la esclavitud, viendo una idealización del viejo sur, en la que los blancos representan los valores tradicionales y la esclavitud queda justificada en gran medida.




Frases:

- "Aunque tenga que matar, engañar o robar, a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre", Scarlett O'Hara.

- "¿Te has olvidado de lo que es vivir sin dinero? Me he dado cuenta de que el dinero es lo más importante del mundo y no estoy dispuesta a que me vuelva a faltar", Scarlett O'Hara.

- "Y ahora que eres tan rica, puedes mandar a todo el mundo al diablo, como siempre has querido hacer" Rhett Butler / "Pero tú eras el primero al que quería mandar al diablo" Scarlett O'Hara.

- "Hay algo que amas más que a mí, se trata de la tierra roja de Tara" Ashley a Scarlett.

- "Señor, no es usted un caballero" Scarlett / "Ni usted una dama. No se ofenda. Las damas no tienen ningún atractivo para mí" Rhett Butler.

- "Realmente, mañana será otro día" Scarlett O'Hara.







Detalles curiosos:

- Presupuesto de la película: 4'25 millones de dólares. Pero si se ajusta ello a la recaudación, resulta ser una de las películas más taquilleras de la historia, y si añadimos el merchandising, obtenemos una de la más beneficiosas.
- El papel de Bonnie Blue Butler iba a ser interpretado por Elizabeth Taylor, pero su padre no quiso.
- El ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter recordó años más tarde el estreno en Atlanta de Lo que el viento se llevó como "el mayor evento que he visto en el sur en mi vida".
- Una de las escenas más espectaculares es aquella en la que podemos ver a los combatientes tendidos en el suelo tras la batalla. Para ello se emplearon extras y muñecos vestidos con los uniformes para dar esa sensación de vida y muerte. Poco a poco, la cámara va abriendo el plano para terminar enfocando la bandera sureña y los soldados agonizando bajo sus pies.





Hasta la próxima entrada corazones.

martes, 22 de noviembre de 2011

Charles Chaplin (3ª Parte. El Nacimiento de Charlot)

1ª Parte: Charles Chaplin. El Teatro.
2ª Parte: Llegada a Hollywood.


En la segunda parte dejamos a Chaplin situado en su nueva compañía cinematográfica, la Essanay. Allí descubrirá y moldeará al personaje más universal de la historia: Charlot, el vagabundo, el tramp.


Chaplin, acostumbrado a hacer gags cómicos, intenta desviarse por el camino del drama en su primera película para la Essanay, "La Vida". 

Y poco a poco va formando el mundo que rodeará a Charlot, como los personajes que le rodearán durante tantas películas. Los "básicos": la chica de la que se enamora el vagabundo, su amor platónico; el hombre grande, su rival; el hombre más pequeño que él, con el que Charlot de vez en cuando se desquitará dándole alguna que otra patada en el trasero.



Arriba: Chaplin y Edna Purviance, "la chica" de sus películas desde la segunda, "Charlot Trasnochador", hasta "Una Mujer en París". (Cuando Edna Purviance dejó de trabajar Chaplin le pasó una pensión hasta su muerte, aunque su esposa fuese otra, durante 33 años)


Las películas de Chaplin llegan a una Europa devastada por la guerra. Sus películas se convierten en momentos de evasión para los soldados y en momentos de ilusión para unos europeos cansados y aturdidos por una guerra que nunca acaba. Europa quiere reir, y esa risa se llama Charlot. Más allá de la risa, los intelectuales lo descubren y lo proclaman, principalmente los franceses. 


Mientras, en la industria del cine, la muerte del trust marcaba un antes y un después. 

En la primera década del siglo XX, Edison patentó gran cantidad de dispositivos cinematográficos. Pretendía hacerse con el monopolio del cine. Pleiteaba con las productoras que intentaban hacer películas con sus patentes. De ésta forma, Edison produjo una unión de empresas llamada Trust (entre las que encontraba la Essanay) que pretendía el monopolio por encima de las compañías independientes y poseía todas las patentes americanas y europeas. 

Sus patentes fueron anuladas en 1915 por la Corte Federal. Esta libertad recién adquirida estalló en una competencia sin límite. 


Al finalizar su contrato con Essanay, Chaplin empezó a considerar otras ofertas. Por eso, hace un viaje con su hermano, Sidney, hacia Nueva York, para negociar su posible contrato con Spoor. El viaje en tren dura cinco días. 
Al llegar a Texas, Chaplin, que está afeitándose en el lavabo, escucha una multitud excitada con banderas, puestos de refrescos... Piensa que toda esa gente se ha reunido allí para recibir a alguna personalidad importante. Cuando se asoma a la ventanilla, aún con la espuma en la cara, el gentío lo reconoce y empieza a gritar su nombre. Él es la personalidad importante.
Los telegrafistas habían comunicado el viaje de estación en estación y la prensa publicó la noticia. Tiene que dar un discurso inesperado, con la ropa a medio abrochar y el jabón aún en la cara, junto al alcalde de la ciudad. 
Su hermano mayor Sidney, su "representante" y mejor amigo durante toda su vida, sabe como aprovechar todo aquel espectáculo inesperado que se encontraron en Texas y consigue para su hermano 670.000 dólares al año con la Mutual Company, mucho más de lo que percibía la, por aquel entonces, "novia de América", Mary Pickford. 
Tenía 27 años y llevaba 2 en el cine.


Arriba: Charles y su hermano Syd. "Si mi hermano no hubiese regresado a Londres me hubiera convertido en un ladrón. Quizás estaría enterrado en una fosa común" Charles Chaplin.


Las películas que realiza en la Mutual son algo diferente. Chaplin trabaja sin tregua (una vez llegó a trabajar durante 100 horas seguidas, cuatro noches sin dormir) por conseguir la perfección. 

Realizó doce películas para la Mutual. A la compañía le costaban 1.200.000 dólares, las distribuidoras pagaban por ellas 5.000.000 y las salas ingresaban 25.000.000 hasta 1925. Haced las cuentas de los beneficios que han podido dar las películas de Chaplin de ahí en adelante.

En 1917, la Mutual y la First National le ofrecen a Chaplin un millón doscientos mil dólares por hacerse con el mayor astro del cine, él. Sidney Chaplin se decide por la First National.


El 21 de enero de 1918, Chaplin inaugura su propio estudio.

Aparte de su gran éxito, la cara amarga de la moneda le llega en forma de cartas amenazadoras preguntándole porqué no está en el campo de batalla. En realidad, Chaplin ya ha preguntado a la Embajada británica en Washington que debe hacer en la guerra y se le contesta que seguir haciendo sus películas. (En su época ya fue considerado no apto para el servicio militar por falta de peso: 52 kilos.)


Como tantas y tantas otras personalidades y estrellas del mundo del cine, Chaplin también vendió bonos de guerra y dio giras para venderlos. También pone su arte al servicio de la causa y realiza su película "Armas al hombro"



Durante éstas giras por la causa bélica, Chaplin recibe una sugestiva proposición que se materializará, en 1919, en su propia productora junto a las otras mayores estrellas del momento: Mary Pickford, Douglas Fairbanks y David W. Griffith. Se crea la United Artists.



En 1920, realiza la que será su primera película larga, "El Chico". (Para no repetirme, os dejo el enlace a aquella entrada que hicimos, dedicada al cine mudo, donde hablamos de Nosferatu y de "El Chico".)

Es un año agridulce, el de 1920, marcado por el éxito de su arte y el desastre de su vida personal, causado por la pérdida de su primer hijo a los pocos días de nacer y el divorcio de su mujer, Mildred Harris y los intentos despechados y sucios de ésta por hundir a Chaplin. Detalles con los que no merece la pena ensuciar el arte de Chaplin.


Chaplin inicia un viaje por Europa con el pretexto de asistir a los estrenos de "El Chico" en Londres y París. Su hermano Syd le despide en el tren y le grita a sus amigos "Por amor de Dios, no permitáis que se case." 


De vuelta a Hollywood termina su siguiente película, "Día de Paga" y después de ésta, "El Peregrino" finiquitando así su contrato con la First National. Entre tanto, es inevitable mencionar los constantes escándalos en que se ve inmiscuido a través de algunas de sus conquistas como, por ejemplo, el "auto rapto" de una de sus novias, Claire Windsor, en el que Chaplin no tuvo nada que ver pero que, indudablemente, por ser quien era, le acabó salpicando.

Otros casos, mucho más dramáticos, como los de la violación y muerte de la actriz Virginia Rappe, con una botella, a manos del actor Roscoe Arbuckle "Fatty" hacen que la prensa del país y las asociaciones puritanistas empiecen a llamar a Hollywood "la nueva Babilonia". El asunto llegó a tal extremo que en 1922 se constituye la Motion Picture Producers and Distributions, al frente de la cual se puso Will Hays. No sólo se redactó un codigo ético con una serie de prohibiciones de situaciones "improcedentes" en las películas sino que se hizo un barrido de las estrellas cuya vida personal no merecía la aprobación de Hays.

Chaplin, haciendo caso omiso de las amenazas y de los consejos va trazando su primera producción para la United Artists, la "Producción Número 1". "Creo que será la obra más importante de mi carrera. Y nadie más que yo mismo puede comprender hasta que punto soy revolucionario al adoptar éstos métodos". dice Chaplin.



En la parte número 4: Charles Chaplin. Una Mujer en París.


Sed felices.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Sucedió una noche (It happened one night, 1934)




La mayor gloria que puede obtener una película, de acuerdo con los parámetros de cine de Hollywood, es conseguir muchos premios Oscar. Pero lo verdaderamente importante es hacerse con los de Mejor película, director, guión, actriz y actor... bien, pues la película que hoy nos ocupa se alzó con ellos, no siendo hasta 1975, con Alguien voló sobre el nido del Cuco cuando se repitió tal proeza. Además fue hasta 1939 el film más premiado por la Academia, ya que ese año Lo que el viento se llevó arrasó hasta alzarse con ocho estatuillas doradas.

Este éxito fue totalmente inesperado. Columbia Pictures tenía a uno de los mejores directores de todos los tiempos, Frank Capra, sin embrago carecía totalmente de estrellas de primer nivel, pues entre Warner, MGM y Paramount se repartían a la gran mayoría de ellas. Clark Gable estaba bajo contrato del estudio del león cuando fue cedido como un castigo para participar en esta cinta, ¿castigo? os preguntaréis, pues sí señores/as: el actor con el bigotillo más famoso del cine lió una buena en las oficinas del estudio exigiendo mejoras en su contrato, como la opción a participar en mejores películas, elegir con quien trabajaba y un aumento de sueldo. El mundillo del cine se quedó con la boca abierta ante esta noticia, pues ¿cómo era posible que MGM cediera a una de sus mejores intérpretes para una comedia tan floja?; por su parte, Claudette Colbert tampoco tenía mucho interés en participar en esta producción. Lo hizo porque estaba bien pagado y coincidía con su período vacacional en Paramount.

Nadie, absolutamente nadie, pudo prever el apoteósico éxito de esta comedia, medio picantona y con dos estrellas con encanto, enmarcada en situaciones y lugares cotidianos.



Estos dos fotogramas son los más famosos y representativos de la cinta. La imitadísima y parodiadísima escena del "muslamen" de Claudette Colbert (abajo) ha influido tanto, que incluso hoy día sigue apareciendo en películas y sketch. En un principio la actriz no quiso rodarla por temor a que hiciera caer su prestigio. Pero cuando el director le explicó todo y vio que no era una vulgaridad, aceptó.




Ellie Andrews (Claudette Colbert) es una rica heredera y niña mimada de papá que huye de éste porque está empeñado en que contraiga matrimonio con un vulgar playboy. Durante su fuga a Nueva York, la chica traba amistad con un periodista en paro, Peter Warne (Clark Gable). Cuando el autobús en el que viajan se avería, la disparatada pareja emprende una aventura (aún más disparatada) haciendo autostop. Él espera hacer de todo ello un excelente reportaje que lo saque del paro, pero todo se complica cuando la heredera se enamora de él.




Clark Gable descamisado es otro de los fotogramas emblema del film. Abajo, los tres fantásticos de la película: Frank Capra, Claudette Colbert y Clark Gable.





Los dos protagonistas, pese a lo que he dicho antes, se vieron favorecidos por su aparición en Sucedió una noche. Clark Gable recibió el único Oscar de su carrera, que despegó hacia lo más alto a partir de este momento, convirtiéndole en todo un sex symbol. Sin proponérselo, había encontrado aquí el tipo de personaje que le haría popular y que poco a poco iría perfeccionando: el de un hombre pícaro y atrevido, con buenos sentimientos y muy masculino.
Gable empezaba ya a ser considerado como una baza muy importante para la MGM, ya que hasta entonces se había limitado a ser el galán de turno en los melodramas al uso de las grandes divas de la década, como Jean Harlow, Joan Crawford, y por supuesto, Greta Garbo. A partir de Sucedió una noche, ya nada volvería a ser como antes: ahora él sería la estrella.

En cuanto a Claudette Colbert, la película significó su descubrimiento para la comedia. Hasta entonces había encarnado personajes exóticos, como Cleopatra o El signo de la Cruz, ambas de Cecil B. deMille. Curiosamente ella debutó en el cine de manos de Frank Capra en el film Los tres papás. Además, podemos decir que 1934 fue crucial para su carrera: este film, Cleopatra e Imitación a la vida.
Resulta también complicado entender como una actriz que representaba papeles de gran sensualidad, pusiera tantas condiciones a Capra a la hora de rodar secuencias que consideraba muy osadas, por ejemplo, la escena más famosa del film, cuando hace autostop y enseña la pierna, que en un principio iba a ser rodada por una doble, pero finalmente cedió.

En cuanto al resto del reparto, cabe destacar a Walter Connolly, que anteriormente ya había trabajado con el director en la película Dama por un día.





Para el director supuso su consagración definitiva. En Sucedió una noche están presentes algunos de valores de Frank Capra, como la defensa del individualismo, la independencia y la libertad, sin bien está mucho más definido en obras posteriores. Esta es una comedia ligera de tono entretenido. Al principio nadie creyó en esta película y fue el boca a boca lo que hizo que todo el mundo cayera rendido ante ella.
El argumento de Sucedió una noche, con pequeñas variaciones sería el argumento de tantas y tantas comedias románticas, llegando incluso a nuestros días.





Hasta la próxima entrada corazones.